El solidario camarada Maduro

Caridad

Cola para canjear billetes en Venezuela.

 

HAVANA TIMES — En este mes se cumple un año de que un gran por ciento de la población venezolana votara,  en mayoría, a favor de los diputados opositores al gobierno.

El gobierno, para celebrar este hermoso hecho a su favor, ha decidido regalar a los venezolanos una navidad memorable.

Ya la gente no tiene que preocuparse por andar consiguiendo comida o porque no le alcanza el dinero para comprar la que aparece. Con elegancia y sabiduría Maduro y sus asesores han resuelto de una vez la crisis económica de Venezuela. Ahora no se consigue dinero. Y puesto que no hay efectivo, pues no se genera estrés para comprar comida.

Desde hace par de meses las colas en los cajeros automáticos comenzaron a crecer, engordar y hacerse permanentes. Los bancos dejaron de entregar razonables sumas de dinero en sus taquillas, cuando hablo de razonables me refiero a que el Banco de Venezuela comenzó a entregar solo 10 mil bolívares por día. En un país donde la inflación ya perdió su nombre para adquirir el de hiperinflación, 10 mil bolívares es como tener 10 dólares en el bolsillo o 100 bolívares hace 3 años.

Los pensionados, que este mes recibieron sus aguinaldos, no pudieron retirar en su totalidad los 100 mil bolívares – aproximados – del  susodicho regalo, sino que tuvieron que ir, día por día, a retirarlos de 10 mil en 10 mil.

Una semana atrás los puntos de venta colapsaron. El gobierno acusó a la empresa privada, el gran enemigo. Sin efectivo en la calle, y sin la posibilidad de utilizar las tarjetas electrónicas, el país se volvió un caos por 24 horas. Bueno, no se volvió, aumentó el caos cotidiano en el que vivimos.

El billete de mayor denominación que existe en este momento es el de 100. Hasta la semana pasada que a uno le entregaran billetes de menor denominación era un sacrilegio. Cualquier producto cuesta mínimo 2 mil bolívares. Contar esa cantidad en billetes de a 20 o 10 puede desquiciar a cualquier vendedor.

Previendo toda esa situación, muchas personas – entre las que me incluyo – decidieron dejar de depositar dinero en el banco. No resultaba lógico tener el dinero en el banco si sacarlo de allí es más costoso y problemático que tenerlo en casa. Pero también hay muchísimas personas que no tienen cuentas en ningún banco, porque generalmente piden requisitos que para muchos son incumplibles.

Para celebrar, entonces, por todo lo alto esta navidad con aniversario de gran derrota electoral, Maduro anunció el fin de semana que los residentes en Venezuela tenían 72 horas para presentarse a los bancos y canjear los billetes de 100, puesto que estos saldrán de circulación.

Les recuerdo que el billete de 100 es el de mayor denominación.

Para el día 15 el gobierno había anunciado la salida de un nuevo cono monetario, y supuestamente se irían retirando los antiguos billetes en la medida en que se fueran introduciendo los nuevos. Pero nuevas mafias desde Colombia y Brasil se han estado robando los billetes de a 100, y resulta que es eso lo que ha devaluado la moneda venezolana. ¿La medida más eficaz? Retirar de circulación los billetes de 100 en menos de 72 horas y cerrar las fronteras. Ya hoy es 16 y nadie ha tenido en sus manos uno de los nuevos billetes. Luego de pasar 11 horas dentro de un Banco un amigo fue a sacar de un cajero – porque igual necesitaba efectivo – y para su sorpresa el cajero le entregó puros billetes de a 100.

El gobernante del bigote se declara solidario con los pensionados y en una misma locución disminuye el tiempo de aceptación de los billetes de 100. O sea, luego de las 72 horas, todavía quienes tuvieran la posibilidad de viajar a Caracas, a la sede central, tenían 10 días para realizar esta operación, pero gracias a la solidaridad de Maduro ahora solo tendrán 5 días. ¿Se imaginan viajar desde Amazonas o Maracaibo, en uno de esos autobuses donde constantemente asaltan, o en carro propio, pero con el mismo riesgo de asalto por carreteras donde los primeros asaltantes pueden ser la Policía o la Guardia Nacional?

No creo que deba dar mucha más explicación de todo lo que está sucediendo con este regalo navideño. Hoy fui a cobrar a un pequeño banco donde me depositan mi salario – del gobierno – y tenían solo unos pocos billetes de 2 bolívares.

Pero más que esta situación, que puede ser momentánea, me preocupa lo que esconde la inteligente medida, más allá de la venganza o castigo por parte del gobierno. Obviamente es una cortina de humo y no creo que sea solo para que la gente se olvide de sus hallacas navideñas o para que cierren los ojos ante los cientos de personas que, a diario, estoy viendo comer de la basura.

Articulos recientes:

  • Cuba
  • Reportajes
  • Segmentos

15 años de prisión a la joven que transmitió las protestas

Se intenta suicidar en prisión Fray Pascual Claro Valladares al conocer su sentencia, de 10…

  • Cuba
  • Opinión
  • Segmentos

“Distorsiones” de moda en Cuba

Nada nuevo, pero resulta que la palabra se ha puesto de moda, y esta semana…

  • Cuba
  • Reportajes
  • Segmentos

San Antonio de los Baños, donde el humor dio paso al dolor

Sin electricidad y sin acceso a la red de redes, así pasan los habitantes de…

Con el motivo de mejorar el uso y la navegación, Havana Times utiliza cookies.