Kim ll Sung en La Habana

Yenisel Rodríguez Pérez

Kim-Il-Sung

HAVANA TIMES — He tenido ocasión de conocer otro ejemplo de excentricismo demagógico en mi país.

En el municipio Arroyo Naranjo se inauguró un centro escolar preuniversitario con el nombre de uno de los más terribles dictadores de la contemporaneidad: Kim Il Sung. El presidente eterno de norcorea.

El preuniversitario Kim Il Sung reside en un majestuoso edificio conocido popularmente como “El Castillo Aberof”. Este edificio perteneció al Partido Comunista de la antigua provincia de La Habana, hasta que las acciones descentralizadoras del gobierno nacional exigieron que éste se reestructurara y asumiera la administración política de las recién fundadas provincias de Mayabeque y Artemisa.

Esto propició que el “Castillo” fuera ocupado por el Ministerio de Educación en medio del proceso de ampliación de la infraestructura preuniversitaria urbana.

La nomenclatura partidista no se marchó sin antes dejar su impronta al Castillo Aberof. Lograría inocular en el imaginario identitario de los escolares preuniversitarios que ocuparían el edifico, el nombre de uno de los líderes más autoritarios del socialismo real.

-Sí, del Kim Il Sung
-Yo soy del Kim Il Sung
-EL Kim Il Sung es lo máximo

Así resuena el legado partidista en los alrededores del preuniversitario.

Hace unos días pregunté a un estudiante de este preuniversitario si conocía la reputación de ese personaje que daba nombre a su escuela. El muchacho parecía desconcertado con mi pregunta. Pensó que se trataba de algún mártir chino de la guerra independentista cubana del siglo XIX.

Grande fue su sorpresa cuando relacioné a dicho personaje con un documental sobre la Corea del Norte, que ronda por los hogares cubanos titulado: “Corea Del Norte, Acceso Al Terror”.

-Ah…, ese en el que salen unos norteamericanos (eran españoles) escondiéndose de unos “chinos” para fotografiar a mujeres trabajando en el campo- preguntó entusiasmado.

-Ese mismo- le respondí.

-¡Mentira!-

“¡Mentira!”, esa fue su respuesta. Y su reflexión sobre el hecho no fue más allá. Comenzó a hablar sobre reality show y deportes extremos.

De esta forma retoza la fonética del terror norcoreano en las risas de adolescentes cubanos.

Ni hablar de adoctrinamiento inconsciente en estos estudiantes, pero sí de uso descarnado de una demagogia radical por parte de aquellos desmoralizados funcionarios partidistas, y de sus lacayos del Ministerio de Educación.

Articulos recientes:

  • Cuba
  • Reportajes
  • Segmentos

15 años de prisión a la joven que transmitió las protestas

Se intenta suicidar en prisión Fray Pascual Claro Valladares al conocer su sentencia, de 10…

  • Cuba
  • Opinión
  • Segmentos

“Distorsiones” de moda en Cuba

Nada nuevo, pero resulta que la palabra se ha puesto de moda, y esta semana…

  • Cuba
  • Reportajes
  • Segmentos

San Antonio de los Baños, donde el humor dio paso al dolor

Sin electricidad y sin acceso a la red de redes, así pasan los habitantes de…

Con el motivo de mejorar el uso y la navegación, Havana Times utiliza cookies.