¿Se podrá llamar ahorro?

Veronica Fernandez

Pudiera decirse que desde el mes de marzo y quizás antes, ya se nos estaba convocando en todos los centros de trabajo, estudiantiles y organizaciones de masas y políticas al desfile militar y popular que se realizaría en la histórica Plaza de la Revolución de La Habana, Cuba.

La efeméride por el 16 de abril, conmemoraba el aniversario 50 de la batalla de Playa Girón y la proclamación del carácter socialista de la Revolución cubana, sirviendo de apoyo a su vez, al inicio del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba.

Tengo entendido que antes de culminar el 2010, ya se estaban realizando las prácticas del desfile militar, pues la marcialidad de las tropas, la disciplina y el ejercicio diario para lograr una coherencia y maestría propias de la magnitud del desfile, así lo requerían. Estos grandes acontecimientos necesitan de una temporada amplia de preparación, no pueden ser improvisados organizativamente, pues no cumplirían sus objetivos.

El mundo se encuentra atrapado en una crisis económica y financiera en la que Cuba tampoco escapa, por lo que este congreso del partido, debatió única y exclusivamente, los problemas de la economía. Por otra parte, a solo 15 días del desfile del 16 de abril, abrió sus puertas otro nuevo desfile, el del Primero de Mayo.

Es otra convocatoria participativa del pueblo en la que hay que emplear enormes recursos para el traslado de miles de personas hacia la Plaza de la Revolución, movilizar a otras tantas para la seguridad y organización de la actividad, tener disponibles ambulancias y puestos médicos, puntos gastronómicos y otro número significativo de aseguramientos necesarios para su buen desarrollo.

Yo me pregunto entonces: ¿Se encuentra en condiciones el país para desarrollar estos eventos? ¿Por qué una marcha detrás de otra si estamos llamados al ahorro? Se que Cuba tiene que mostrar al mundo el respaldo popular en esta batalla de la actualización del modelo económico y social, pero también hay que pensar con raciocinio.

No es por gusto-pienso yo-, las múltiples campañas mediáticas sobre el ahorro que nos invaden constantemente llamando a la población a que solo enciendan las luces necesarias en las casas y centros de trabajo, a no poner los aires acondicionados mientras laboramos, al ahorro del agua dada la sequía que afrontamos y otras tantas medidas como la subida del precio de la gasolina.

Es totalmente contradictorio lo que se nos está pidiendo. Estoy consciente que estos dos llamados en 15 días a la Plaza de la Revolución, políticamente son muy necesarios, pero también es muy necesario que se piense con los pies sobre la tierra y traigo a colación la famosa frase de Máximo Gómez, dominicano de nacimiento y uno de los grandes líderes de nuestras guerras de independencia, el que manifestó en una ocasión que el cubano o no llegaba o se pasaba. ¿A esto le llamamos ahorro?

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