Miedo a soñar

Rosa Martínez

HAVANA TIMES — Desde pequeña escuché decir que el sueño es una de las actividades más importantes para el ser humano.

“Los niños que duermen bien crecen rápido”, decía mi mamá.

“Las personas que duermen pocas horas siempre están irritadas o de mal humor”, decía la abuela.

Entonces pensaba que todo aquello era cuento para convencerme de ir temprano a la cama, porque querían librarse de mí para ellos poder descansar.

Incluso creí que era cosas de viejos, como los presagios y algunas costumbres trasmitidas de generación a generación.

Más tarde aprendí que aquellas eran sabias palabras, que dormir es tan importante como llevar una dieta balanceada o realizar ejercicio físico.

Ahora llevo varias días sin poder conciliar el sueño. Las últimas noches apenas he logrado descansar una o dos horas y cuando lo logro me despierto en varias ocasiones.

Imagino qué está provocando mi insomnio, y como es algo que no resolveré a corto plazo, comencé a realizar ejercicios durante la tarde para sentirme agotada cuando me acuesto y poder dormir a pierna suelta.

Estoy durmiendo mejor, pero todavía despierto con dolores de cabeza y mucho agotamiento físico, como si pasara la noche entera corriendo en lugar de los 40 minutos de bailoterapia que realizo.

La peor de todas fue hace una semana más o menos. Pasé la noche entera soñando que mataba a tres vecinos y después los enterraba en el patio de la casa de mis padres.

Fue una labor ardua que espero no repetir nunca más, ni siquiera dormida, porque desperté no solo con dolor en todo el cuerpo, sino angustiada y con una sensación en el pecho que no podría describir. Lo peor es que desde entonces temo cerrar los ojos por miedo a asesinar a todo el vecindario.