Internet en Guantanamo, Cuba

Rosa Martinez

HAVANA TIMES, 20 feb — He escuchado muchísimas quejas por el uso de internet en nuestro país, pero nunca lo viví en carne propia, pues gracias a una amiga, cada dos o tres días, abría mi correo y accedía a las noticias más importantes del mundo.

Desafortunadamente, mi amiga Arlety  decidió viajar fuera de la provincia, permanecerá en La Habana durante dos o tres meses, quizás no regrese,  y me uní a los miles de cubanos que no tienen acceso a la red de Redes.

“Debo hacer algo” – me dije-”no puedo quedarme cruzada de brazos, necesito abrir mi correo.” Recordé que una conocida revisaba su cuenta en el Telepunto (oficina de ETECSA en el centro de la ciudad) y hasta allí llegué.

Me dijeron en el miniservicio que  solo podían acceder a internet los extranjeros de visita en la provincia y los cubanos con residencia en el exterior.

¿Y los guantanameros con residencia nacional no tenemos derecho a comunicarnos con el mundo?- Le pregunté a la muchacha encargada de la conexión.

¡Bueno!- fue la respuesta que recibí de la trabajadora que, también encogió los hombros, con cara de sorpresa. Imagino que diría para su interior ¿pero esta es nueva aquí o qué?

¡En el Hotel Guantánamo puedes comunicarte!- recordó Yaremis, la uniformada azul- ahí le dan acceso a la población. Discúlpame -me dijo-, se me olvidaba que tenías esa posibilidad.

Gracias -dije y me despedí. Debía enviar un correo urgente ese mismo día y no podía perder más tiempo. Todavía me ponía de mala suerte y llegaba tarde porque seguro solo trabajan unas horas.

Cogí una moto (transporte privado muy usado en las dos provincias más orientales) y llegué en menos de 5 minutos al Hotel Guantánamo, el más importante de la ciudad.

Allí me atendió, con trato afable, una joven que rápidamente me explicó: Puedes acceder a internet, solo debes comprar un tarjeta que cuesta 5 CUC la hora.

-¿Cómo? Le dije. Ella creyó que no la había entendido e intentó explicarme nuevamente.

No, no -la interrumpí- yo la entendí perfectamente, lo que quise decir es ¿cómo puede costar tan caro una hora de conexión?

Creo que la que no entendió después fue ella, pues siguió conversando con otra muchacha también interesada en abrir una cuenta y no me respondió.