Como cambian los tiempos…

Rosa Martínez

HAVANA TIMES — Cuando el 17 de diciembre los presidentes Barack Obama y Raúl Castro anunciaron el regreso de los Cinco, quienes permanecieron presos en Estados Unidos durante cerca de 15 años, no por esperada, la noticia dejó de asombrar a muchos, especialmente a los que habían perdido la esperanza del reencuentro de los luchadores con su patria y familiares queridos.

Pero si increíble fueron las emotivas imágenes del regreso de los llamados espías en el norte, héroes en Cuba, igual fue el anuncio del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre las dos naciones después de medio siglo de ruptura.

Cuánto especulamos entonces los millones de cubanos que vivimos a uno y otro lado del estrecho de la Florida. Desde los pioneros, que han crecido con un odio visceral hacia el gobierno de la mayor potencia del mundo, pasando por los jóvenes que anhelan llegar al país de las oportunidades, finalizando con los que en Miami no podían imaginar una comprensión con los Castro, ni con el inmortal Fidel, mucho menos con el menor Raúl.

Sueños…

En diferentes momentos, después del 17 de diciembre, he conversado con algunos guantanameros, que igual que yo, comenzaron a pensar en una Cuba amiga de los yanquis.

Daniela, una profesora de la Universidad de Guantánamo, comenta que para ella lo más importante es que los dos países puedan convivir en paz, a pesar de las diferencias.

Luisito, un niño de 12 años dice que a él lo único que le interesa es que su papá venga a Cuba cada vez que pueda y le traiga todo lo que necesita, hasta que se lo lleve a él y a su mamá definitivamente.

Nicolás, presidente de un CDR de mi circunscripción, cree que no nos podemos confiar, pues con el enemigo hay que estar alertas siempre; ahora más que nunca, porque según él ese entra y sale de yumas no será tan bueno como creemos.

Para Raúl, vendedor de una cafetería, eso es lo que siempre deseó. Dice que en la política, como en la vida, hay que ser inteligentes. Fajándose con los vecinos no se logra nada, alega; por el contrario, debemos llevarnos bien y cada cual sacar lo positivo de la relación. Él espera que con la llegada de más estadounidenses a la Isla los negocios particulares sigan mejorando, que es lo que necesitamos, una economía que nos respalde.

“Para quien tiene casi toda la familia en Estados Unidos, nada puede ser mejor que esto”, así piensa una estomatóloga que tiene todos su estirpe al otro lado del estrecho de la Florida y cuyo único anhelo es mantener el lazo con su gente.

“Dólares, lo que necesitamos son verdes, con eso se resuelven todos los problemas y nadie tiene más MONEY que los yumas, así que hay que darle la mano a esa gente para ver si salimos del atraso que tenemos”, dijo un barbero. Mientras un cliente comentó que si los empresarios americanos comienzan a invertir en Cuba, no se resolverán todos nuestros problemas, pero seguro que será un gran avance.

El avance

El 21-22 de mayo se desarrolló la cuarta ronda de conversaciones entre los dos países, esta vez en Washington, nuevamente en un clima de respeto y entendimiento. Y después de más de 50 años un ¿grupo de periodistas cubanos entraron a la Casa Blanca?, esperemos que se sigan abriendo puertas y continúen concretándose todos los cambios anunciados por Obama.

Después, el 29 de mayo, el Departamento de Estado oficialmente sacó a Cuba de su lista de países patrocinadores del terrorismo. También se ha encontrado un banco dispuesto de llevar las cuentas de la Oficina de Intereses de Cuba en Washington, la posible embajada en el futuro próximo.

Eso sí, aunque reconozcamos el alivio que significa la apertura al comercio gringo no podemos pensar que la solución de todos nuestros problemas se encuentra a noventa millas, debemos seguir luchando con nuestros propios esfuerzos, pues solo así lograremos la Cuba que queremos.