Adiós a la universidad

Rosa Martinez

Calle de Guantanamo. Foto: Caridad

HAVANA TIMES — Desde el pasado junio formo parte del grupo de trabajadores cubanos, que por un motivo u otro, han quedado sin empleo.

En mi caso no fue por reducción de plantilla, como se conoce en Cuba al reordenamiento laboral, que en otros países no es más que despido; tampoco fui expulsada, como cuentan otros colaboradores del sitio, por escribir para HT ni nada parecido, al parecer mis posts no son tan críticos o todavía soy una desconocida, de cualquier manera ya eso no importa.

Estoy sin trabajo por voluntad propia, porque me cansé de mi bajo salario, de lidiar con un jefe de departamento prepotente e incapaz y de ver las mismas paredes y la misma gente.

Todavía mis padres se preguntan cómo pude abandonar la universidad, si estaba tan enamorada de mis clases de Literatura, de mis estudiantes; para ellos mis razones no tienen sentido “si en Cuba todos los salarios son malos”, me dicen, en realidad no todos, pero sí casi todos.

Dejé la universidad, bueno a mis estudiantes, porque en realidad a la universidad le importa un bledo un profe más, un profe menos. Ya alguien mejor o peor, debe estar ocupando mi lugar en el departamento de Español-Literatura de la Universidad de Guantánamo, ahora reunificada y con sede principal en el antiguo Instituto Superior Pedagógico Raúl Gómez García.

Se puede decir que renuncié a mis estudiantes, porque solo ellos extrañarán mi voz y mi risa. Solo ellos extrañarán mis historias, generalmente verdaderas, otras veces inventadas para motivarlos a leer algún texto de los que ya ni los profesionales se interesan por conocer.

Extrañarán mis recurrentes quejas por el inevitable adelanto científico (especialmente en la informática y las comunicaciones) que deja tan poco tiempo para la lectura tradicional, los encuentros sociales, la diversión sana y la atención a la familia.

Solo ellos me conocieron en realidad, porque solo ante ellos me mostraba cual soy: alegre a veces, sincera y rebelde siempre, irónica en ocasiones, eternamente guerrera.

Por eso, aunque tuve también excelentes colegas, y viví varios momentos felices entre esas paredes, solo me despido de mis estudiantes, mis fieles seguidores.

Articulos recientes:

  • Chile
  • Cuba
  • Mundo
  • Nicaragua
  • Reportajes
  • Segmentos

Los presidentes exguerrilleros en América Latina…

Los que optaron por cambios graduales tuvieron más éxito, mientras que aquellos que eligieron proyectos…

  • Cuba
  • Reportajes
  • Segmentos

15 años de prisión a la joven que transmitió las protestas

Se intenta suicidar en prisión Fray Pascual Claro Valladares al conocer su sentencia, de 10…

  • Cuba
  • Opinión
  • Segmentos

“Distorsiones” de moda en Cuba

Nada nuevo, pero resulta que la palabra se ha puesto de moda, y esta semana…

Con el motivo de mejorar el uso y la navegación, Havana Times utiliza cookies.