Un poquito más

Nonardo Perea

HAVANA TIMES — Conozco varias personas que nunca tuvieron posibilidades de nada en la vida. Cuando me refiero a posibilidades, hablo de una buena vida, ¿Y qué es una buena vida? Para muchos tener una buena vida consiste en la posibilidad de adquirir y tener todo lo que se desea: cosas materiales.

He conformado una pequeña lista de las supuestas cosas que harían feliz a un mortal, de los de este lado, y los del otro, donde supuestamente existe la posibilidad de hacer realidad nuestros sueños.

• Una casa propia, con varias habitaciones, una linda vista, y por supuesto no puede faltar la piscina.
• Un auto
• Un televisor, de ser posible último modelo. Uno, para cada habitación de la casa.
• Una súper cocina.
• DVD
• Celular de último modelo.
• Mucha ropa, y claro, si es de marca mejor. (Eso nos haría más felices, y también gastaríamos un poquito más.)
• Un excelente trabajo.
• Un estupendo sueldo.
• Buenos muebles, y la posibilidad de cambiarlos con frecuencia.
• Computadoras, para jugar.
• Equipo para reproducir música.
• Aire acondicionado.
• Refrigeradores

(La lista podría ser más extensa, pero no quiero abrumar.)

No importa que no sepamos escribir bien el español o el inglés, o que hablemos incorrectamente, mucho menos sería de importancia que no sepamos que ahora mismo asesinan a miles de personas, incluyendo niños, niñas, mujeres y   ancianos, en guerras estúpidas, promovidas por un Novel de la paz (aleluya.), no importa que no sepamos quién escribió: El Principito, etc.… en fin, hoy en día lo que más le interesa a una buena parte de la sociedad, es la posibilidad de consumir, de renovar y de tener siempre un poquito más.

Y tener un poquito más, y más, nos brinda seguridad, consumimos, reciclamos, volvemos a tener, volvemos a reciclar, y así se nos va yendo la vida, y no nos damos cuenta de que una vez que tengamos todo eso que es de suponer necesitábamos, como necesitamos del oxigeno para no morir (muchos nunca llagan a tener lo que sueñan ni estando en Cuba, ni estando allá, donde muchos dicen que tienen más posibilidades.) ¿Qué pasa después?

Nada, no pasa nada, porque al final, todo se vuelve monótono, como la necesidad de estar todo el tiempo mirando un móvil, pendiente de si te llamaron o no a tu telefonito de última generación, ¡Oh! gran cosa, y estamos pendientes de cuándo sale el último modelo, y no importa a cuánto ascienda su precio, queremos tenerlo a toda costa, porque es lo último, y así nos pasamos la vida entera, y de cierta manera nos volvemos insensibles, estamos tan inmersos en la necesidad tener más, y sin darnos cuenta nos olvidamos de los que no tienen nada.

Pero esos que no tienen mucho, son personas más libres, porque esos ,solo piensan en tener lo justo, lo necesario para vivir , y no en tener más y más, para que al final como en un cuento, todo se les convierta en puro barro.