¿Se puede contar con los jóvenes?

Kabir Vega Castellanos

HAVANA TIMES – La falta de seriedad, la escasa preocupación y, sobre todo, el nivel de superficialidad que poseen los jóvenes en Cuba es bastante triste.

Ya hace más de un año que soy un usuario más de la inmensa red de SNET, conjunto de redes locales, creada y estructurada por el cubano, sin ayuda de las instituciones, a través de cientos de cables y decenas de nanostation.

Un proyecto desarrollado por la básica necesidad de poseer Internet, aunque sea a menor escala. Incluso sin poder acceder a Facebook, Twitter u otros sitios sociales del mundo, en esta pequeña imitación de la red de redes, he podido observar muy de cerca las actitudes y comportamientos específicamente de mi generación.

Navegando por Wifinet, Súmate, I Like it, entre otros foros existentes en esta red, con el propósito de conocer gente, intercambiar o debatir, he tratado más de una vez de provocar debates creativos sobre distintos temas. Desde compartir escritos literarios míos con otros usuarios, iniciar encuestas abordando temas tan universales como el amor, hasta incluso incitar conversaciones que abandonen la ligereza y profundicen más allá del humor.

Sin embargo, las reacciones de casi todos los jóvenes con los que he interactuado resultan desalentadoras.

Las secciones de literatura u otras ramas intelectuales o científicas que poseen los foros, permanecen con muy poca actividad, la mayoría de ellas por los mismos usuarios.

PAC, Protección de los Animales de la Ciudad, una organización alternativa que intenta ayudar a mejorar las condiciones de vida de estos seres, se hace presente por una de sus colaboradoras, quien redacta y publica a cada rato textos en Wifinet. En ellos promueve a animales que necesitan adopción, enfatiza en la importancia de ayudarlos y hasta critica el egoísmo y la falta de sensibilidad de los cubanos con respecto a las criaturas que viven en la calle, expuestas a todo tipo de sufrimiento y peligros. Mas, tampoco logra captar la atención de mucha gente.

En los temas que se refieren a la cultura Otaku, los admiradores del Anime, Manga o casi todo lo que venga de Japón, las encuestas más creativas que se publican son ignoradas. Los debates que prefieren establecer son simplones y a veces rayan con la idiotez.

Donde de verdad encuentras actividad frecuente es en los sitios de humor. El tiburoneo, el pirañeo y el troleo son las cosas que más comentarios generan.

Esas expresiones, la primera aplicada a los hombres, y la segunda, a las mujeres, se refieren a la actitud de seducir o vacilar (paladear con la vista) a otras personas que exhiben sus fotos en la red. El tercer término “troleo”, es el arte de tirar a basura lo que los demás dicen. Es chotear, desacreditar sin argumentos.

Lamentablemente, no es así solo a nivel digital. En los ambientes  escolares, en cursos particulares y encuentros sociales, los jóvenes se comportan como si estuvieran en un país del primer mundo. Y si alguien menciona alguno de los muchos problemas de nuestro país, los demás reaccionan como si fuera un tema de mal gusto y hasta peor: como si nada de eso les concerniera.