Madera que nace pá violín, desde que está en el monte suena

Jorge Milanes Despaigne

HAVANA TIMES — Desde que él era un infante su madre sufría amargamente, porque quería que cambiara. No importaba cómo, tampoco en lo que se convirtiera. Utiliza cualquier método para conseguirlo; castigos, golpes, gritos y hasta la más absoluta ignorancia.

Sus esfuerzos, sin embargo, no arrojaron frutos. Ahí está él, como siempre, porque como dicen los refranes: árbol que nace torcido jamás su tronco endereza y madera que nace pá violín, desde que está en el monte suena.

Estas voces populares aluden a la persistencia de determinadas conductas en las personas; lo que es un hecho no totalmente estudiado y comprendido.

De lo que sí estoy seguro es que la madre sufre, porque no ha podido dar solución al comportamiento de su hijo. Es muy probable que él no quiera cambiar.

La imagen siempre se repite, él, de espaldas a la calle, al compás del ritmo árabe de Shakira,  muestra sus habilidades danzarias, sin que parezca importarle que debajo de su balcón, varias personas se acumulan para ver su voluptuosa demostración de baile.  Al voltearse y comprobar que las personas aplauden, corre a esconderse.

Unas veces los aplausos continúan, entonces la madre abandona sus quehaceres para averiguar la causa del aspaviento, pero no logra ver a nadie. En el fondo sabe que se trata de su hijo.

Otras veces en  lugar de aplausos se oyen algunos gritos y frases ofensivas, a las que ella responde con pesar. Luego me pregunta si me di cuenta de lo sucedido, y le respondo: “Sí, pero creo que estás malgastando tu energía en algo que ya tiene respuesta, así es su naturaleza.

Hoy demostró que realmente se siente Shakira. Salió a la calle con un atuendo muy llamativo justo al anochecer.