El Payaso Chispita y los niños

Jorge Milanes

HAVANA TIMES — “Principitos, ¿alguno de ustedes sabe cuál es el Ritmo Nacional de Cuba?”, pregunta el payaso Chispita en voz alta haciendo payasadas.

“¡El Reggaetón…!” corearon los niños, creyendo haber dado la respuesta correcta, mientras nosotros nos echamos a reír sin pensar que el error era nuestro, es decir, de los adultos, pues siempre les ponemos esa música, y no les damos otra referencia musical.

“Mamá siempre lo pone ¡y a mí me gusta mucho!” dice uno sonriente.

Desde que se levantan no escuchan otra cosa, incluso en el receso escolar.

Se trata de una música que obvia muchos principios tradicionales. Por lo general, con letras groseras y se baila con bruscos movimientos de cintura y cadera. A ese mismo nivel, o más abajo, los hombres llevan los pantalones exhibiendo los calzoncillos; y si eres una persona mayor, bailarlo, hace que te consideren joven.

“Niños, ¿sus padres no les han dicho cuál es el Ritmo Nacional?” continuó el payaso, graciosamente.

El silencio se apodera de todos, cuando pide él la colaboración de un papá o una mamá.

“Acérquese por favor, ¿puede usted decirle a todos estos niños cuál es el ritmo que nos identifica?”

“El Danzón, y el más popular es el Son”, contesta el papá.

A nuestros hijos les explicamos los ritmos que desde el punto de vista cultural nos identifican; sin embargo, no les interesa, porque no quieren ser “viejos”.

Al quedar clara la respuesta, Chispita pidió a un niño que le entonara una estrofa de una canción popular cubana que se supiera, y su respuesta fue:

“Comprooo… cualquier pedacito de orooo…”

Volvimos a reír, a carcajadas, porque aunque este sea un pregón de cuentapropistas, parece ser que tendrá mejor suerte en el futuro, con posibilidad de convertirse en el ritmo que nos identifique.