Compadre, tú no entiendes…

Jorge Milanés Despaigne

HAVANA TIMES, 10 dic – Aymé Amargos es una periodista que desde hace varios años reporta noticias desde Camagüey, para el Noticiero Nacional de Televisión (NTV). Muy seria en su trabajo, lejos está ella de imaginar “la ocurrencia” que mi compañero de trabajo ha tenido con su nombre.

Este compañero es muy jaranero. Hace chistes casi a cada hora y nos divierte a todos. Días atrás tenía el rostro quejumbroso. Quise saber qué le ocurría y le pregunté, pero se negó a responderme. Pasaron varias jornadas en que se le vio meditabundo y no levantaba el rostro de sus papeles siquiera para saludar.

Otros colegas de la oficina se habían acercado a mí preocupados, pensaron que sabía qué le pasaba y descubrieron que yo también estaba tan desconcertado como ellos por su actitud.

Esta mañana mi compañero, triste durante varios días, llegó a la oficina muy contento. Repartió abrazos, besos y sonrisas a cuanta gente se le puso delante. Todos estábamos tranquilos de verlo así, ya era el de siempre. Entonces cuidamos de no preguntarle sobre su comportamiento anterior.

A la hora del almuerzo coincidimos en la misma mesa del comedor. Como solo estábamos ambos se franqueó conmigo. Temí por lo que me diría, pero estuve fuerte y lo escuché.

“Mi hermanito, yo no quería decirte para no preocuparte, sucede que a mi mujer se le escapó mi suegra, que tiene alzheimer y no aparecía por ningún lugar. Cosa curiosa, regresó ella solita… Bueno, en verdad la encontramos caminando por la cuadra donde vivimos. Compadre, yo le cambié el nombre producto del incidente…”

“En serio, ¿y a su edad tú crees que eso vale la pena?” –pregunté con bastante ingenuidad…

“Adivina qué nombre le puse”, continuó.

“Pues no sé”, alcancé a responderle.

“Aymé Amargos”, dijo riendo.

“¿Y ese no es el nombre de la periodista camagüeyana?” volví a preguntar, sin imaginar que era otra broma.

“Compadre, tú no entiendes…” ¡Ay-me-amargó!