Obama y la chusma

Saga dedicada a la honorable chusma que visita este blog

Erasmo Calzadilla

HAVANA TIMES — En un famoso cuento de Julio Cortázar ALGO se va apoderando de una vieja casa. Habitación tras habitación LA COSA avanza, arrinconando a la tranquila familia que la habita. Dicen que el genio literario se inspiró en el irrefrenable avance del peronismo; si el escenario fuera Cuba, el fantasma seria el espíritu de la chusma.

En Cuba viene ocurriendo una extraña rebelión. Con mucha bomba y mucho flow se va imponiendo el estilo de vida de los barrios marginales, la cárcel parece hoy el crisol donde se funde y se funda lo cubano.

Como los viejos edificios de la Habana Vieja, la cultura y los valores que sustentan la convivencia civilizada se desmoronan a la vista de todos. Pero también padece la cultura del trabajo, sin cuyo auxilio olvídate de la prosperidad y la independencia; la cultura de organizarnos y crear instituciones en defensa de nuestros propios derechos y los ajenos; y ni hablar de la cultura metafísica, si por ella entendemos la indagación en torno a nuestro lugar en el cosmos.

El personaje que sufrió el martirio en la cruz por promover tolerancia, amor y bondad es un tío pobre del que pocos se acuerdan, la Chusma se enorgullece de proceder, en descendencia directa, de semidioses violentos, tramposos, malvados, fraticidas, antisociales y chingones. Creo que Nietzsche estaría gozando.

Hoy somos un pueblo más instruido que hace medio siglo, quién lo duda, pero hemos sido infantilizados y atomizados. El paso del totalitarismo al postotalitarismo y de la dictadura a la dictablanda, no ha tenido el efecto restaurador que muchos esperaban. Seguimos avanzando pa’ atrás, deslizándonos cuesta abajo por esa rampa a la que llaman Actualización del Modelo.

Comparado con el narcotráfico, la exclusión social y la violencia desatada en muchas ciudades latinoamericanas, la Rebelión de la Chusma es un mal menor, nadie con dos neuronas lo duda. Pero la realidad latinoamericana será nuestro puerto de llegada si la marea continúa imparable; porque con ella no saldremos airosos de los inmensos desafíos que afrontará la nación en muy poco tiempo.

A la chusma le importa poco y no va a mover un dedo para evitar que en 2018 Raúl Castro deje las riendas en manos de su familia o sus allegados, como si de una finca personal se tratara. La chusma no sabe qué significa Cambio Climático ni Declive Energético, y no cuentes con ella para evitar que se instaure aquí el capitalismo más salvaje. Mientras haya pan y circo todo va a estar bien, y el día en que en su ausencia la tubería escupa plomo, será demasiado tarde.

Un sector de la elite anda preocupadísimo con este problema, tratando de explicarlo y proponiendo soluciones; abundan, empero, las interpretaciones simplistas y sesgadas…

Pero ya he dicho demasiado por hoy. Si usted quedó intrigado y con deseos de saber qué opina la elite en Cuba sobre la crisis actual de la cultura no deje de leer la próxima entrega de OBAMA Y LA CHUSMA.