Erasmo Calzadilla
HAVANA TIMES – Aterrizo en Cuba en medio de una escasez aguda de petróleo. La Habana es un caos, las guaguas desaparecidas o inabordables, colas nunca vistas en las gasolineras, y agarrar taxis particulares -que de un día para otro han decidido unánimemente doblar la tarifa- es una batalla que se libra a empujones y codazos. Sin faltar bonitos gestos de amabilidad y solidaridad anónima, que tampoco es la jungla.
El día 12 de septiembre Díaz-Canel se dio a la tarea de “explicar” públicamente las causas de la situación; este post es para comentar las dudas e interrogantes que me generaron sus palabras.
¿Qué misteriosa empresa faltó a su compromiso por causa del embargo?
“Están tratando de impedir que llegue el combustible a Cuba, chantajean a las empresas y a los cargueros que hacen negocios con nuestro país, la aplicación de la Ley Helms-Burton ha intimidado y presionado, y esa situación ha provocado en los últimos días una baja disponibilidad de diésel para la producción y los servicios…”
En marzo pasado, en medio de una alarma energética que mantuvo a Venezuela sin servicio eléctrico durante varios días, la Asamblea Nacional de ese país (opositora) suspendió el envío de crudo a La Habana (unos 47 mil barriles diarios para entonces). EE.UU. se ha encargado de implementar la medida, presionando sobre las empresas que transportan a la Isla el aceite de roca.
Lo raro es que en otras ocasiones, cuando una entidad comercial ha cedido a las presiones del bloqueo, el Gobierno de Cuba no ha dudado en convertir el asunto en show, exponiéndola públicamente en todas las plazas posibles. Pero esta vez… misterioso silencio, y un lenguaje generalista y abstracto que levanta justificadas sospechas. Sin datos concretos es imposible verificar la historia oficial, y los vacíos y rodeos hacen pensar que alguna maraña se teje en el ambiente.
El embargo de EE.UU. al petróleo proveniente de Venezuela (no así de otras regiones) es real, ¿pero no estará el Gobierno cubano, como nos tiene acostumbrados, usando el bloqueo para ocultar otros problemas como impagos o dificultades por parte del país emisor?
¿Reservas nacionales que se agotan con el retraso de un barco?
Todos los países mantienen una reserva de crudo destinada, precisamente, a cubrir los baches no previstos en los suministros. Porque sin petróleo, ya lo estamos viendo, todo se paraliza; así de tóxica es nuestra dependencia.
Jorge Piñón, director del Programa de Energía para América Latina estima que Cuba posee reservas de crudo [al menos la capacidad en contenedores] para unos 45 días. Hagamos algunos cálculos. Los tanqueros que abastecen a la Isla no suelen pasar de los 600 mil barriles. Asumiendo que el país importa unos 50 mil barriles diarios, cada barco transporta el suministro de, a lo sumo, 15 días.
Diaz Canel nos cuenta que la crisis se debe al fallo de un petrolero, o al menos fue lo que entendí. Surge entonces la pregunta, ¿cómo es posible que un tanquero faltando a sus compromisos de entrega ponga a un país patas arriba? ¿Dónde están las reservas que todavía debían alcanzar para (45 – 15 = 30) un mes más? ¿Si todo estaba y estará bien, excepto por este retardo coyuntural, qué razón los llevó hace varios días a extender el ciclo de la balita de gas para uso doméstico?
Una fuente con acceso a información sensible me confirma lo que era obvio: desde hace meses veníamos consumiendo la reserva. Pero ellos decidieron ocultar el problema hasta el último momento, y cuando finalmente lo reconocen es mintiendo sobre su gravedad.
La dirigencia del país pretende que todo luzca tranquilo y normal para no espantar a los inversionistas y evitar el caos en la calle, demorando el anuncio de la crisis hasta el día después del estallido. Pero un gobierno que manipula así la información, obviamente no es confiable, y todos lo saben. Por esa razón mucha gente ha dejado de creerles; por más que se enfrasquen en la coyunturalidad de la tormenta, en la calle va cundiendo la idea de que ahora es cuando empieza esto, de que lo peor está por llegar.
Cacareada coyunturalidad
La coyunturalidad de la crisis fue recalcada por D. Canel en su comparecencia del 12 de septiembre, y por todos sus medios de propaganda desde entonces. Tanto lo repiten y repiten que ya me va pareciendo esto un programa humorístico. El transporte de personal y mercancía está diezmado, pero el ministro de Economía asegura que no se afectará el crecimiento económico previsto para este año, porque el déficit energético se va a resolver pronto.
Muy lindo cuento de hadas, el único problema es que el petróleo, del que somos insanamente dependientes, ya viene en declive, y su agotamiento afecta duramente a los grandes y medianos exportadores de América Latina, especialmente a Venezuela, que antes nos suministraba, y a México, de donde me cuentan han provenido los últimos envíos. Este conflicto que ahora parece político y económico, posee una profunda raíz geológica; ello significa que no se va a resolver cuando logremos burlar el bloqueo y que a mediano plazo todo se irá tornando peor.
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Canel y sus ministros nos quieren tranquilamente esperanzados y para ello dedicaron más de media hora de su muy preciado tiempo a negar enfáticamente el advenimiento de otro Periodo Especial. Pero a comienzos de la próxima década, que ya la tenemos encima, el abasto de oro negro estará críticamente comprometido en nuestra región y en el mundo entero. Sí viene otro Periodo Especial y lo mejor que podemos hacer es prepararnos lo antes posible, pero ellos continúan dando las señales incorrectas, invitando a subestimar la potencia destructiva del huracán que se avecina.
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