Vuelven los trasnochados a soñar con el regreso al capitalismo

Elio Delgado Legón

HAVANA TIMES — Los hombres pasan, pero la Revolución es inmortal. Aunque parezca una consigna, es una aplastante realidad para los asalariados del imperialismo, que no se ruborizan al declarar que el sistema político en Cuba durará lo que duren los que hoy dirigen el país.

La recién celebrada Asamblea Nacional Pioneril demostró, con la madurez de los planteamientos de los niños, que la defensa de la Revolución está garantizada, pues ellos son el futuro, y han dejado muy claro que defenderán la Revolución y el socialismo, y no se dejarán engañar por cantos de sirenas capitalistas.

A raíz del recién celebrado período ordinario de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en la que presidente cubano Raúl Castro explicó las dificultades económicas transitorias que enfrenta el país, los voceros del imperialismo han comenzado una campaña de desinformación para crear malestar e incertidumbre en el pueblo y en los socios comerciales del país, augurando un nuevo período especial como el que sufrimos en la década del 90 del siglo pasado, cuando Cuba, con la desaparición del campo socialista y el CAME, y la desintegración de la URSS, perdió el 80 por ciento de su comercio exterior.

Envalentonado por la situación imperante, el gobierno estadounidense trató de darle el tiro de gracia a la Revolución Cubana arreciando aún más el bloqueo económico, comercial y financiero, que dura ya más de 50 años y ha demostrado que al pueblo cubano no se le puede rendir por hambre y enfermedades, como era el propósito explícito de esa política fracasada.

La situación cubana actual no tiene ninguna similitud con la de la década del 90, pues hoy Cuba tiene relaciones comerciales con todo el mundo y cada día más diversifica y aumenta sus exportaciones, tanto de productos como de servicios.

Cuba dependió de las relaciones comerciales con el campo socialista hasta la década del 80, no por un error, como afirman algunos malintencionados, sino porque el imperialismo no nos dejó otra opción, al cerrarnos todas las vías, incluso las relaciones con América Latina.

Hoy la Isla no depende de ningún país en particular. Tiene muchos socios comerciales en todo el mundo a los que vende sus productos y puede comprarles todo lo que necesite.

La crisis mundial del capitalismo, que comenzó en Estados Unidos en la década del 80, afecta a todos los países en mayor o menor medida, y nuestra nación, al estar insertada en ese mundo, no escapa a los vaivenes de esa crisis y tiene que tomar medidas de ahorro ante determinadas situaciones, pero tratando siempre, como ahora, de no afectar los servicios básicos a la población.

A los que pronostican un panorama oscuro para la Revolución, les puedo sugerir que no se hagan ilusiones, pues la Revolución Cubana está más firme que nunca.

A los que proponen diálogos entre los mercenarios al servicio del imperialismo y el gobierno revolucionario, les puedo decir que nunca un servidor de una potencia extranjera será un interlocutor válido para un dirigente revolucionario.

A los que proponen hojas de ruta para retrotraer a nuestro país al infierno capitalista, les puedo sugerir que impriman esa hoja de ruta en papel cebolla y la pongan en el baño de su casa, que seguramente tendrá mayor utilidad.

A los revolucionarios que lean este comentario les puedo asegurar que la Revolución Cubana marcha victoriosa y está más fuerte que nunca, a pesar de situaciones puntuales desfavorables, que son transitorias y reversibles.