Especulaciones sobre el futuro de Cuba

Elio Delgado Legón

HAVANA TIMES — Con bastante frecuencia están apareciendo en la prensa procapitalista especulaciones y recetas de pretendidos salvadores de la Revolución, que proponen ir cambiando, con mucha suavidad, hacia un período de transición en que se vaya restaurando el capitalismo, sin perder lo alcanzado hasta ahora por el sistema socialista.

¡Qué ilusos! Jamás un sistema capitalista, en un país pobre y subdesarrollado, va a mantener los logros sociales de una revolución socialista. Mucho menos en Cuba, donde la mafia terrorista de Miami está ansiosa por meter las manos, incluso, en una ocasión, cuando pensaban que la Revolución se caía, pidieron que se les diera un permiso de 72 horas para matar. ¿Qué se puede esperar de semejante calaña restaurando el capitalismo en Cuba?

No faltan los que proponen crear una tercera vía, entre el socialismo y el capitalismo, tomando lo mejor de cada uno. Sobre este tema veamos lo que opinó recientemente en una entrevista publicada por varios medios nacionales el intelectual cubano Enrique Ubieta:

“El capitalismo no es una suma de aspectos negativos y positivos, de elementos que pueden ser rescatados o desechados: es un sistema, que en algún momento fue revolucionario y hoy no lo es. Lo engloba y lo encadena todo: la alta tecnología, la más sofisticada riqueza y la miseria más absoluta. Los elementos que contribuyen a una mayor efectividad en la producción son los mismos que enajenan el trabajo humano. Los que generan riqueza para unos pocos, producen pobreza para las mayorías, a nivel nacional e internacional. Me parece una falacia establecer semejante meta: no existe «lo mejor del capitalismo», como si este pudiera ser depurado, como si un capitalismo bueno fuese factible. Hay versiones muy malas, como el neoliberalismo o el fascismo, pero no conozco ninguna buena. El capitalismo siempre es salvaje.

“Por otra parte, el socialismo, a diferencia del capitalismo, no es una totalidad orgánica, una realidad ya construida, sino un camino que no deja atrás de golpe al sistema que intenta superar. Probamos por aquí y por allá, adoptamos nuevas formas, avanzamos y retrocedemos, eliminamos lo que no resulta, rectificamos los errores una y otra vez; un camino hacia otro mundo, en medio de la selva, porque el capitalismo es el sistema hegemónico. Lo que lo caracteriza es su intención confesa, consciente, de superar al capitalismo.”

Algunos vaticinan que en Cuba va a suceder igual que en la Unión Soviética y que al final habrá una rebatiña en la que los generales se harán dueños de hoteles y de otras empresas socialistas.

En realidad, todas esas especulaciones tienen la finalidad de minar la confianza del pueblo en sus dirigentes e ir creando el caldo de cultivo para que realmente suceda lo que ellos vaticinan.

Pero no se hagan ilusiones, especuladores pro-imperialistas, que ya Cuba pasó la mayor prueba de su historia cuando perdió casi todo el comercio y el país casi se paralizó, pero el pueblo no perdió la confianza en que saldríamos adelante y soportó los rigores de un bloqueo endurecido al máximo y la pérdida del campo socialista, con el que teníamos la mayor parte del comercio, a lo que el líder histórico de la Revolución, Fidel Castro denominó como un doble bloqueo.

Y no le faltaba razón al pueblo cubano, el país salió adelante y avanza, no tan rápido como quisiéramos, fundamentalmente debido al bloqueo, pero no ha dejado de crear las bases para un desarrollo sostenible.