Robertico y Los Cinco: Ay, ingenua de mí

Yo quiero que liberen a los cinco héroes, y que liberen a María”.  –Robertico Carcassés

Dariela Aquique

Roberto Carcasses

HAVANA TIMES — Como no tengo Internet (aunque tanto se alardee del acceso que tienen los cubanos a la red de redes), siempre me ando enterando muy tarde de lo que acontece dentro y fuera de Cuba. Fue hasta miercoles, que un amigo que está viviendo en Brasil, me escribió preguntando qué opinión me merecía el asunto con Robertico Carcassés.

Le escribí preguntándole de qué me hablaba, pues nada sabía. Y lo más pronto que pudo me envió un material publicado por Café fuerte, del 16 de este mes, con el título Roberto Carcassés ratifica sus palabras pese a sanción. También me envió el post que al respecto publicara en su blog Segunda cita, el señor Silvio Rodríguez.

Cuando leí ambas cosas, pensé: ¡ay, ingenua de mí! Y digo ingenua, porque yo vi por completo aquel desastroso concierto, con una dirección artística infame que intentó juntar a tantos solistas y agrupaciones tan diferentes, lleno de averías técnicas, y que obligó a los conductores en varias ocasiones improvisar con apostillas manidas.

Cuando escuché los comentarios de Robertico (que además, ni siquiera fueron muy claros, pues los problemas con el audio herían los oídos), realmente no pensé que lo hicieran verse implicado en censura alguna.

Y si no lo pensé, no fue por lo que dijo. Sino porque, ay, ingenua de mí, me estaba creyendo ya esa trova gubernamental…del derecho a la libre a expresión. Y la invitación a los cubanos a decir lo que piensan, para todos juntos hacer un futuro mejor…

¿Qué coño importa, si es en ese concierto o en cualquier otro? Donde quiera que lo hubiese dicho, la reacción habría sido la misma. Para ellos ningún contexto es bueno para hacer críticas al gobierno.

Por lo menos allí, lo estaba escuchando bastante gente. No por detrás en pasillo de reuniones, ni bajito en la esquina, ni en fiestecitas a puertas cerradas.

El concierto, no tenía nada de espontáneo. Fue parte de la deuda que tiene el gobierno cubano tanto con esos hombres, como con sus familias. En definitiva, fue una metedura de pata ponerlos a riesgo, intentando colaborar con el FBI, buscando recoger cabuya con los yumas.

Tantas personas que no podían cartearse durante años con sus familiares, solo porque vivían en Estados Unidos. Tanto odio sembrado por décadas entre paisanos, solo por haber elegido la tierra del enemigo.

Y resulta que por detrás de la cortina, el gobierno estuvo mandando recaditos al adverso sempiterno, incluso quemando a sus propios agentes. Eso ha sido más lacerante para la familia de los Cinco que lo que haya dicho Robertico.

En cuanto a Silvio, ha usado el mismo texto que cuando Pablo Milanés hizo sus declaraciones en Miami. Él dice estar de acuerdo con el derecho a que la gente diga lo que piensa, lo que siempre desaprueba el lugar y el momento. Buena manera de nadar en las dos aguas.

Por lo menos las palabras del líder de Interactivo han hecho que el horrible concierto tenga alguna repercusión. Y ha liberado además a los televidentes de tener que dispáraselo de nuevo en retrasmisión.

Ojalá y para mostrar benevolencia, le den el carro a Robertico.

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