Apoteosis populista

Dariela Aquique

HAVANA TIMES — Las revoluciones sociales populistas, tienen como condición inevitable un exceso de entusiasmo, aderezado con un ridículo chovinismo. Las masas enardecidas, dejan de ser ciudadanos afectos a un partido o proyecto de gobierno, para adoptar el epíteto de sus líderes.

Y esta película ya yo la visto antes. Sé de memoria, como actúa casi toda una Nación en medio de esa apoteosis, cuando no disciernen exactamente en que es la izquierda, ni entiende bien si le interesa ser socialista o comunista. Pero lo que sí tienen bien claro, es que son Fidelistas, Chavistas o Correistas.

Los avances tecnológicos en los medios de comunicación, hacen que la noticia se difunda de la forma y en la medida que los interesados en “ciertos mensajes” quieran. Y tanto los canales televisivos, las emisoras radiales, la prensa escrita y digital, como las actuales redes sociales en Internet; son las vías donde se perpetran las mayores campañas políticas.

El nuevo socialismo o la nueva izquierda populista bolivariana (como quiera que se le llame); sabe bien que en estos tiempos (en un país que se diga democrático) el derecho al acceso a estos medios, ha de ser considerado como derecho humano inviolable.

Y no les queda otra que entrar al ruedo de ciberespacio y la televisión digital. A todo riesgo de que su gente sea bombardeada constantemente con discursos mediáticos de un lado y de otros. Los chavistas tienen claro que ni Venezuela es Cuba, ni los tiempos son los mismos.

Por eso, es que no han bloqueado el acceso a Internet, ni han confiscado las antenas parabólicas. Por el contrario esparcen los dispositivos para la televisión digital a la mayoría, y de forma gratuita.

Venezuela tiene una oposición visible y audible. En respuesta el gobierno se esfuerza por ganar seguidores, dando y dando de forma regalada, casas, escuelas, atención médica o aparatos para TV. Los más desposeídos (que siempre son la mayoría) como el perro, serán fiel al amo que les da de comer.

Creerán y repetirán a pie juntilla, el discurso oficial. Harán la guerra a la oposición, sin darles el menor de los créditos. Telesur será su epítome. El enemigo=el imperialismo yanqui. El peor de los males= el neoliberalismo. Los más desgraciados=los pueblos de la comunidad económica europea. Los más afortunados=los pueblos de la nueva Latinoamérica, y así…

Encumbraran a su líder, al punto de compararlo con Dios en la tierra. Pero estos grandes movimientos populistas, tienen un talón de Aquiles, responden al paladín, no al proyecto. Y cuando falta su adalid, se van desvaneciendo hasta extinguirse.

Por eso en Cuba hubo muchos (y hay todavía) fidelistas, pero no habrá raulistas. Como los chavistas, por mucho que se esfuerce el segundón, no han de ser maduristas.