Antesala a la visita de Obama

Ariel Glaria Enríquez      

HAVANA TIMES — En la mañana del viernes 18 de marzo – dos días antes de la llegada de Obama a La Habana -, en la parada donde a diario espero la guagua, se produjo el siguiente debate.

Apenas llegué, un señor que fumaba un tabaco dijo sin mirarme: “Dicen que a partir de mañana limitan el transporte público por la visita de Obama”.

“El bicho viene con su propia flotilla de carros y miles de estadounidenses”, continuó sin importarle mi atención.

Señor con tabaco: Por si acaso, para no salir de la casa el fin de semana, aquí llevo todo lo que me hace falta. Me muestra una bolsa de plástico.

Una mujer de edad madura y cuerpo firme, acabada de llegar, comenta: “Tal parece que se acerca un ciclón. Vengo de casa de mi hermana y dice que a partir de mañana no se aleja de la casa, por lo menos hasta el miércoles”.

Le digo lo que el señor del tabaco acaba de decir sobre el transporte durante la visita del presidente Obama.

Mujer: Eso está anunciado para el domingo, a partir del mediodía, y prepárate que van a cerrar el túnel.

Señor con tabaco: Yo no le veo sentido a que cierren el túnel. Eso solo trae molestias a la gente y beneficio a los choferes particulares, que por una vuelta más larga le pueden pedir un ojo  a cualquiera. Después de una pausa agregó: “Total, para mí todo va a llegar demasiado tarde”.

Mujer: A mí me hace feliz pensar que mis hijos y nietos puedan vivir otra cosa.

Señor con tabaco: Eso mismo escuchaba yo cuando era joven y esto empezó, y mira como ando, -dijo abriendo los brazos-.

Mujer: Pues mire, le aconsejo que deje de fumar y de molestarse que el pasado no se puede cambiar. Debemos ser positivos.

Señor con tabaco: Mi único deseo es alimentarme bien y que no se me filtre más la casa, y con respecto a todo el movimiento por la llegada de Obama, lo considero exagerado. Todo el mundo sabe que este es el país más seguro que existe y mientras el bicho esté en La Habana no se va a mover ni una hoja.

Mujer: Aquí el temor es otro.

Un hombre acompañado de un niño dijo: “Yo pareceré extraterrestre, pero me da lo mismo si Obama viene o no. Lo mío solo es ponerle un plato en la mesa a mi chama…y no entiendo esa lucha con los estadounidenses, si aquí la mayoría estamos fuera de todo”.

Mujer: Eso es verdad, hay muchas cosas para la que no estamos preparados, pero alguna vez tiene que suceder.

Señor con tabaco: ¿Ustedes creen que el país se va a levantar con dinero de nosotros?

Mujer: Yo no he dicho eso. Además, en Cuba, llevamos muchos años  sin poder ahorrar, gastando en un día lo que ganamos en un mes y eso no es sano para nuestro futuro.

“Papá se me cayó el diente”, dijo el niño gimiendo. A la parada siguió llegando gente.