Reggaetón vs. Nueva Trova

Alfredo Fernández

HAVANA TIMES — Silvio Rodríguez en una canción de los sesentas decía algo como “recuerdo cuando a mí a Noel (Nicola) nos interrumpían pidiéndonos canciones de Manzanero” para luego continuar criticando a los creadores de una incipiente Revolución, que debían trabajar antes que todo, en el buen gusto de sus actores.

Esa fue la primera imagen que se instaló en mi cabeza luego de leer el email que hace unos días se reenviaban los cubanos de la isla en el que se cuentan los sucedido el pasado día 16 de noviembre en la provincia de Ciego de Ávila, donde se debía celebrar el concierto por el 45 aniversario de la Nueva Trova.

Los jóvenes trovadores protagonistas del concierto se llevaron la desagradable sorpresa al ver al supuesto público, integrado por jóvenes y adolescentes, que los obligaron a suspender el concierto ante la reiterada y descompuesta manera de pedir que los trovadores fueran sustituidos por el ya omnisciente ritmo del reggaetón.

Silvio pedía en su canción de los sesentas un proyecto tan exquisito que desterrara por siempre de Cuba al mal gusto, mas qué pasó, cincuenta años y tenemos exactamente lo contrario. Jóvenes que no interrumpen, sino que paralizan el aniversario 45 de la Nueva Trova en Ciego de Ávila para pedir el ritmo del momento, el reggaetón.

¿Será este y no lo trova el verdadero ritmo de las revoluciones?, procesos que toman el poder por la fuerza, gobiernan por la fuerza y terminan por hacer del mal gusto su mejor aliado.

Las razones por la que los jóvenes de Ciego de Ávila hace unos pocos días atrás querían reggaetón, incluso allí donde tenía que ser trova, son las mismas por las que los ciudadanos cubanos han optado por marcharse, callar, o lo que es peor, esperar, justo allí donde todo tiene que ser debate, análisis, reclamo o incluso protesta.

Cuando una sociedad traspasa sus deberes a otro; con más valor y, supuestamente, con menos que perder. Entonces queda el camino abierto al mal gusto, la vulgaridad y lo que es peor, al no reconocimiento de los espacios.

El ser humano que ha desarrollado su subjetividad bajo los efectos de la simulación terminará teniendo grandes conflictos a la hora de identificar la categoría de los espacios, eventos y todo lo relacionado con el comportamiento en ellos.

Soy de la opinión que el último culpable de lo sucedido en Ciego de Ávila no es el reggaetón, sino una sociedad sumida en la desinformación, en la pésima formación y que a no dudar pronto, muy pronto, entrará en la violencia.