Facultad cubana de medios audiovisuales tiene un problema serio y es tecnológico

Afirma el profesor y crítico de cine Gustavo Arcos a propósito de la Universidad donde se forman hoy los profesionales de los medios audiovisuales en Cuba.

Por Maya Quiroga

HAVANA TIMES — La Facultad de Arte de los Medios de Comunicación Audiovisual (Famca), del Instituto Superior de Arte (ISA), fue creada en la década de los 80, con el objetivo de formar a los profesionales cubanos del cine, la radio y la televisión en los perfiles de dirección, sonido, fotografía, edición y producción. Hoy en día tiene ante si algunos temas que replantearse para mejorar la calidad de las clases que allí se imparten.

En los más de cinco lustros de vida con que cuenta, por sus aulas han desfilado unos 800 estudiantes. Hoy la Famca tiene el reto de incorporar a su claustro de profesores a los mejores profesionales del mundo audiovisual, algo que se hace difícil cuando la remuneración no es la esperada, más aún si se compara con la que reciben los docentes en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños o en academias de otros lugares del mundo.

Sobre ese y otros temas conversamos con Gustavo Arcos, reconocido crítico de cine, quien además imparte sus saberes en la única universidad cubana de medios audiovisuales de donde han egresado profesionales altamente calificados como Tomás Piard, Orlando Cruzata, Rudy Mora, Esteban Insausti, Bruno Suárez Romero, Juan Carlos Travieso, Ernesto Fundora, Luis Najmías, Ian Padrón, Inti Herrera, Elena Palacios o Marilyn Solaya, por solo mencionar algunos nombres.

HT: ¿Qué importancia ha tenido la Famca para la formación de profesionales de los medios de comunicación cubanos?

Gustavo Arcos: Una importancia bastante grande. Estamos hablando de más de 25 años de formación de profesionales y cuando uno ve los créditos en la mayor parte de los programas de la televisión, materiales audiovisuales, películas cubanas, programas variados, encuentras que hay muchos realizadores, fotógrafos, productores, editores, que se formaron en la Famca, adquirieron su título profesional allí y ahora están vinculados a los medios.

HT: ¿Cuáles son las principales dificultades que enfrenta hoy en la formación de los profesionales de los medios?

GA: Tiene un problema serio y es el tecnológico. No se puede concebir una facultad de medios audiovisuales en el mundo contemporáneo de hoy, en el que la tecnología influye mucho en los resultados por la celeridad con que se generan los productos, y que la Famca no cuente, prácticamente, con recursos. Siempre ha sido así. A base de donaciones o de la propia iniciativa de los estudiantes, quienes con sus equipos han logrado elaborar una serie de productos audiovisuales. Esa es una dificultad seria.

Por otra parte, el curso para trabajadores difiere bastante del Curso Regular Diurno (CRD), cuyo plan de estudios se ha reestructurado y se ha colegiado con varios profesionales a lo largo de los años para impartir varias materias imprescindibles, pero el Curso por Encuentros (CPE) tiene el mismo plan de estudios desde sus inicios en la década de los 80. Estamos hablando de un plan de estudios con más de 20 años. Creo que hay que cambiarlo, repensarlo, de acuerdo con la situación actual.

Incluso el CPE pudiera desaparecer poco a poco o quizás espaciar la entrada de los trabajadores, en tanto, hace más de una década que existe el CRD. De hecho, actualmente, muchos trabajadores ingresan con 20 o 21 años y pudieran estar, perfectamente, en el diurno que es hasta los 25 años.

Varios problemas acompañan al CPE y es que los encuentros son quincenales. Si los alumnos están trabajando en un rodaje faltan un mes a clases. Entonces, qué aprendizaje pueden tener de las diferentes materias. Ese curso ha quedado subestimado, en segundo plano en cuanto a la concepción de la facultad”.

HT: ¿Qué medidas se pudieran tomar para formar cada vez mejores profesionales?

GA: En primer lugar, el claustro de profesores debe cambiar. Hay que pensar asignaturas y materias de acuerdo con los tiempos actuales. El plan de estudios está casado con los años 90 y debe actualizarse. Si uno va a estudiar producción, fotografía, edición, debe tener en la mano – ya sea a través del claustro de profesores o de la praxis- todos los recursos con los cuales se trabaja hoy en día en el mundo audiovisual.

No puede uno formarse de una manera, para después cuando choque con la realidad estar muy distante de esta. Hay un vacío entre la formación académica y la vida real. Ahí hay una laguna y un espacio a llenar.

En cuanto a los profesores, puedes tener un profesional talentoso, creativo, con mucha experiencia en cualquier especialidad, pero una cosa es la experiencia y otra la capacidad para enfrentarse a un aula y un grupo de alumnos que constantemente te están preguntando. Tienes que saber cómo lidiar, cómo dialogar con ellos. No basta tu jerarquía en el mundo profesional, sino también la manera en que se establecen las clases y los planes de estudio. Ese es otro aspecto a trabajar.

Además está la cuestión práctica. No es posible que uno se forme como fotógrafo sin tomar una cámara en mano o como editor, sin lidiar con una mesa de edición o como realizador radial sin haber grabado nunca un programa de radio.

Hay una realidad urgente y es que el Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) y el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) tienen que convertirse en unidades docentes, de manera que los estudiantes de la escuela se puedan integrar a los medios audiovisuales.

El ICRT y el ICAIC deben abrirles las puertas a los estudiantes y tratar de vincularlos a los rodajes y a las filmaciones. Esa es la única manera de aprender: editando, fotografiando, dirigiendo películas. La teoría sola no basta.

Como una muestra del prestigio alcanzado por la Famca, alumnos y egresados de esa facultad han obtenido premios y menciones en eventos y concursos nacionales e internacionales.