Estatuas vivientes en Santiago de Cuba (1)

Entrevista a Alexander Legró Castillo, director del grupo Allegro Teatro

Dariela Aquique

HAVANA TIMES — El trabajo con el cuerpo como material plástico, suele realizarse a modo de acción o performance. Las estatuas vivientes  son una de las maneras más comunes de esta modalidad artística.

En Santiago de Cuba andan por las calles dos Proyectos de esculturas vivas, que amen las similitudes, marcan sus diferencias para revalidar así la autenticidad de cada uno.

Ojos, bajo el liderazgo del actor Alcides Carlos Gonzales (Tití), se define más en la línea de la pintura corporal.  Allegro Teatro, por su parte, creado y dirigido por el también actor Alexander Legró, apuesta por el espectáculo itinerante cuyas composiciones utilizan materiales y motivaciones disímiles, explorando además el llamado teatro físico.

HT: ¿Por qué un actor profesional de las tablas, decide armar un proyecto de estatuas vivientes?

AL: Un buen día en el marco de la jornada de las artes escénicas de la UNEAC hace un año, se presentaba una exposición de programas de manos del teatro santiaguero. Y se hablaba de hacer una serie de acciones que un poco ayudaran a enriquecer este momento de la muestra.

Y yo, que tenía hace tiempo la inquietud de hacer algo con las estatuas vivientes, porque lo había visto en la televisión y otros espacios del país, pues me decidí con un grupo de actores que habían trabajado conmigo en un anterior proyecto de teatro musical, que por determinadas razones se abortó; hacer algo con las estatuas vivientes. Y así fue nuestra primera función; a mucha gente le gustó y nos decían, por qué no siguen haciendo esto, mantengan esa idea…, y eso nos motivó a continuar.

HT: ¿Eres de los que considera que una imagen puede decir más que mil palabras?

AL: No considero ni una cosa, ni la otra, creo que hay imágenes que dicen más que mil palabras y viceversa. Yo soy un actor.

HT: ¿Cómo conciben la temática y los diseños de cada acción o performance?

AL: Hay muchas actividades que hemos hecho por encargo, por ejemplo nos invitan a la inauguración de una exposición, preguntamos de qué va, y de acuerdo al tema o al formato, sean pinturas, instalaciones, etc.

Por otra parte a veces tenemos ideas preconcebidas y partir de ahí se realizan los diseños y la confección de los vestuarios y las utilerías, se crea una tormenta de ideas de cómo hacer un espectáculo.

De este tipo resultaron, La fiesta de Amy, dedicado a la cantante británica desaparecida recientemente Amy Winehouse o el Ajedrez humano, que es una representación performática lúdica, (si es que hay que llamarla de alguna manera).

HT: ¿Tienen diseñadores o es un trabajo de creación colectiva?

AL: Hay de las dos, alternamos la creación colectiva, con el trabajo de los diseñadores, que de hecho tenemos dos fijos en el grupo; además, en ocasiones invitamos a artistas plásticos a trabajar con nosotros, sobre todo cuando hacemos body art o pintura corporal para decirlo en buen español.

HT: El proyecto de ustedes, no se ha circunscrito a un estilo determinado, sino que sus composiciones pueden ser hechas a partir de fibras naturales, de materiales reciclados, también de la pintura corporal. ¿Por qué?

AL: Bueno, eso tiene de muchas cosas, por ejemplo lo de trabajar con materiales reciclados, era algo que me resultaba interesante, incluso había hecho anteriores propuestas de usarlo en el teatro. Yo creo que estos materiales dan otra oportunidad de expresión, más allá de la llamada economía de recursos.

También el uso de fibras naturales, la pintura corporal, o sea, una gran mezcla de tendencias en esto del arte conceptual, pero también el empleo de elementos variados. Por otro lado queríamos hacer algo para la calle, que tuviera contacto directo con el público, pero que la visualidad jugara un papel fundamental.

Por eso es que no se definen bien las barreras entre el teatro de calle, el performance, el happening, el body art; nosotros superponemos todas estas técnicas y hacemos de ellas una manera de expresión diferente y propia. A veces se emiten sonidos guturales, hasta textos, por eso somos más allá y más acá de estatuas vivientes, tal como se tiene concebido.

Aunque se parte de las estatuas, lo que se hace en cada momento siempre ha tenido que ver con las circunstancias, deseo, necesidad, gusto, el discurso poético que queremos en ese momento utilizar.

Creo que lo mejor del grupo es que no hay nada esquemático, siempre estamos abierto a la posibilidad de que y como hacerlo en cada momento.

HT: Cómo es el tema del apoyo institucional a esta iniciativa?

AL: No me atrevo a decirte que lo tenemos o que no lo tenemos, porque hemos recibido apoyo hasta donde ahora mismo se apoya cualquier proyecto, pero somos autofinanciados, de hecho entramos a la EPRA (Empresa Provincial de Representación de Artistas), porque los materiales como las presillas, las pinturas las tenemos que comprar y se venden en divisa, eso no lo da ninguna institución. Pero sí hemos tenido un apoyo institucional, digamos moral, organizativo, de programación para las actividades en distintos espacios, de proporcionarnos el transporte, eso…

HT: ¿Cuántos miembros tiene la compañía, y cómo cualquier interesado puede o no, entrar a ser parte de ella?

AL: Somos cerca de veinte, porque tenemos varias gentes que no está a tiempo completo con el grupo, pero que son sus miembros, como los que realizan los audiovisuales, el DJ que nos hace la música, y que en dependencia de lo que vayamos a hacer están o no, también tenemos bailarines que se nos unen a veces. Hay estudiantes universitarios, recién graduados y cerca de siete actores profesionales.

Y no hacemos casting, los que llegan es por extensión de los amigos, y si tiene interés y condiciones se queda.

HT: ¿En qué espacios realizan sus actuaciones?

AL: Básicamente en la calle y todos los espacios flexibles.

HT: Teniendo en cuenta que este tipo de acciones artísticas son nuevas en nuestras ciudad ¿Cómo es la reacción del público ante sus espectáculos?

AL: Hemos tenido de todo, públicos muy receptivos y otros indiferentes. Paradójicamente en los mal llamados barrios marginales en donde siempre hemos tenido mayor acogida. Pero también en muchos lugares, señoras, niños, muy respetuosos y agradecidos de las acciones.

Nos han pasado cosas curiosas, como en una barriada donde salieron los actores con el vestuario blanco y alguien gritó: son las damas de blanco, y enseguida aparecieron las brigadas de respuesta rápida y la seguridad, hasta que se dieron cuenta de lo que era, imagínate tú….jajajaja.

HT: ¿Piensas que este tipo de representaciones suple de alguna manera la ausencia del teatro callejero que por tantos años invadió las calles y plazas de la ciudad (y que lamentablemente hoy ya no existe)?

AL: Claro que sí, creo que es un poco esa la intención.

Continuará…