Estudiantes cubanos se forman y critican su gobierno en Miami

Por Daniel García Marco

Estudiantes cubanos en en Miami. Foto: Fundación por los Derechos Humanos

HAVANA TIMES (dpa) — Les sorprende la variedad de frutas en el mercado y la velocidad de Internet. Y se sienten como en casa. Son los 17 estudiantes cubanos que llegaron en enero a Miami, donde estarán seis meses con una beca para estudiar inglés, marketing e informática.

Es la primera vez que unos estudiantes cubanos llegan a los Estados Unidos con un programa conjunto. Ambos países rompieron vínculos diplomáticos en 1961, dos años después del triunfo de la revolución de Fidel Castro en la isla.

Los estudiantes se han favorecido de la reforma migratoria que entró en vigor en Cuba en enero de 2013 y que suprimió el permiso de salida. El gobierno nunca les preguntó el motivo de su viaje.

El Miami Dade College les ha abierto las puertas académicas, pero fue la Fundación por los Derechos Humanos en Cuba (FDH) la que se encargó de la primera selección.

Tienen de 18 a 37 años y diversas formaciones, pero todos tienen un rasgo en común: en mayor o menor grado están relacionados con la disidencia y son críticos con el gobierno de Raúl Castro, lo que ha provocado que algunos hayan sido expulsados de una universidad que se precia de ser “para revolucionarios”.

“No todos tienen una voz crítica en público, pero sólo el hecho de estar con una beca auspiciada por cubanos que son críticos y el hecho de hablar en libertad ya nos convierte en objetivo de la vigilancia”, dijo a la agencia dpa Henri Constantin el 31 de enero, jornada en la que estaban ya los 17 al completo, lo que aprovecharon para hablar por primera vez y denunciar la represión del gobierno a los disidentes durante la reciente cumbre de la CELAC (Comunidad de Naciones Latinoamericanas y Caribeñas) en La Habana.

“Es lógico también que víctimas de la incorrecta máxima fidelista ‘la universidad es para los revolucionarios’ reciban la oportunidad de estudiar en Miami”, defendió el programa de becas el experto cubano-estadounidense Arturo López-Levy, de la Universidad de Denver.

“La mayoría no están relacionados con la política, pero han sido botados de la universidad por pensar libremente”, dijo a dpa Mariana Hernández, portavoz de la FDH, creada hace 22 años en Miami por el ya fallecido Jorge Mas Canosa, reconocido empresario anticastrista.

Al ser preguntada por la financiación de la organización no gubernamental, Hernández habló de actos para recaudar fondos. Pero a eso hay que sumar los 3,4 millones de dólares en tres años que le concedió el gobierno de Washington para ayudar a grupos de la sociedad civil de Cuba, según informó el diario “Miami Herald”, que asegura que la FDH pagará los 12.000 o 15.000 dólares que costará el transporte, el hospedaje y la manutención de cada estudiante.

“Es lógico también que víctimas de la incorrecta máxima fidelista ‘la universidad es para los revolucionarios’ reciban la oportunidad de estudiar en Miami”, defendió el programa de becas el experto cubano-estadounidense Arturo López-Levy, de la Universidad de Denver.

López-Levy, sin embargo, criticó al gobierno de Estados Unidos por alinearse con el exilio tradicional: “Lo que pudo ser un intercambio educacional sobre bases no-partidistas, quizás el puente a nuevos horizontes, ha comenzado mal al convertir las oportunidades para estudiantes cubanos en Estados Unidos en otro instrumento más de la política de cambio de régimen impuesto desde fuera”.

Berta Soler, líder del grupo disidente de las Damas de Blanco, visitó el 5 de febrero a los estudiantes, entre los que están sus hijos Lienys y Luis Moya.

Constantin desearía que un programa como el que él está disfrutando se extendiera a estudiantes apolíticos e incluso cercanos al régimen: “Sería la manera de decirles que la universidad no es sólo para revolucionarios, que es para todos”.

A diferencia de la percepción oficial en Cuba, los 17 no ven en Miami un enemigo. “Los cubanos no nos sentimos extranjeros en Miami, por donde quiera que vamos vemos a cubanos prósperos, exitosos”, afirmó Constantin.

Pasados los seis meses, los 17 tienen el compromiso de regresar a la isla. “Queremos adquirir los conocimientos necesarios y emplearlos en nuestra vida diaria en pro de un futuro mejor en nuestro país”, dijo Calvo.

“Hay todo lo que no se puede encontrar en Cuba”, destacó Eleanor Calvo, otra de las agraciadas con la beca y líder en la isla del Observatorio Ciudadano Contra la Discriminación, grupo no reconocido por La Habana que combate el racismo.

Pasados los seis meses, los 17 tienen el compromiso de regresar a la isla. “Queremos adquirir los conocimientos necesarios y emplearlos en nuestra vida diaria en pro de un futuro mejor en nuestro país”, dijo Calvo.

“Si hace falta vuelvo en balsa”, afirmó Danilo Maldonado, de 30 años, conocido grafitero en la isla y que está disfrutando del espacio de libertad y las numerosas paredes pintadas del barrio de Wynwood, centro de la vida cultural alternativa en Miami.

“Para todos va a ser traumático volver por la vigilancia que ya están armando alrededor de nuestras casas. Lo que nos espera no será un camino de pétalos de rosa”, aventuró Constantin.

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