la Seguridad del Estado cubana gasta recursos ilimitados para perseguirlo
El artista ha dejado claro que “no aceptará bajo ninguna circunstancia el destierro como una opción” para salir de la cárcel.
HAVANA TIMES – Antes de ser detenido el 11 de julio, sin que le hubiera dado tiempo a participar en las protestas de ese día, Luis Manuel Otero Alcántara, líder del Movimiento San Isidro (MSI), llevaba mucho tiempo sometido al acoso permanente de la policía política.
Concretamente, desde el 26 de noviembre de 2020, cuando la Seguridad del Estado desalojó del número 955 de la calle Damas, en La Habana Vieja, vivienda del artista y sede del MSI, a más de una docena de activistas acuartelados en pro de la libertad del rapero Denis Solís (hoy, por cierto, en un exilio forzado en Serbia). De ahí salió en camilla, luego de varios días en huelga de hambre y sed.
El artista no pasó un día sin la vigilancia de la Seguridad del Estado desde entonces, pero nunca dejó de participar en distintas iniciativas, por ejemplo el lanzamiento, en marzo, de una plataforma llamada, como la canción, Patria y Vida.
Poco después, el 25 de abril, Otero Alcántara volvió a ponerse en huelga de hambre y sed para reclamar que se respetaran sus derechos, tras un mes de asedio policial a su vivienda. El activista exigía, además, la devolución de sus obras artísticas o una indemnización por las que fueron destruidas por la policía política.
Tras varios días en ayuno, la madrugada del 2 de mayo fue sacado de su vivienda en contra de su voluntad y llevado al hospital Calixto García, donde permaneció casi un mes sin apenas comunicación exterior y sin explicaciones por parte del Estado, que filtró videos de su retención para intentar desprestigiarlo.
En el ínterin, el 30 de abril, cuando realizaban una protesta en favor de Otero Alcántara en la céntrica calle Obispo de La Habana, fueron detenidos Mary Karla Ares, Thais Mailén Franco, Félix Modesto, Inti Soto, Nancy Vera, Yuisan Cancio, Luis Ángel Cuza y Esteban Rodríguez, todos acusados de “alteración del orden público”. De ellos, siguen en prisión Rodríguez, Soto y Cuza y se encuentran en arresto domiciliario Ares, Franco y Cancio.
Otero Alcántara fue declarado “preso de conciencia” por Amnistía Internacional, que junto a otras organizaciones internacionales, ha instado al mandatario Miguel Díaz-Canel a que lo ponga en libertad “de forma inmediata e incondicional”.
El artista se encuentra en la prisión de máxima seguridad de Guanajay, Artemisa, donde también ha realizado huelgas de hambre, acusado de desorden público, instigación para delinquir y desacato.
Aunque comparte expediente con Maykel Castillo Osorbo, encarcelado en mayo, Otero Alcántara fue detenido el 11J, igual que varias de las principales figuras de la disidencia cubana, como Félix Navarro, de la Mesa de Unidad de Acción Democrática, y José Daniel Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba, quien ha denunciado torturas físicas y psicológicas.
A pesar de los intentos del Gobierno por negociar su libertad a cambio de salir del país, como pasó con Hamlet Lavastida, que puso rumbo a Europa junto a Katherine Bisquet tras ser excarcelado, Otero Alcántara ha dejado claro, a través de la curadora de arte Claudia Genlui Hidalgo, que “no aceptará bajo ninguna circunstancia el destierro como una opción”.
El faro del Movimiento San Isidro no se ha apagado en prisión.
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