Entre la Revolución y el Muro II

Dmitri Prieto

Después, presentamos varios libros, comenzando por los tres primeros volúmenes de los Cuadernos de Pensamiento Crítico, que edita la Casa Ruth, entre los cuales el más reciente está dedicado a los 50 años del proceso cubano.

Notablemente en los dos primeros números aparecen por primera vez en Cuba textos de Kropotkin, Castoriadis y Holloway –autores casi desconocidos para la gente de acá-, que serán de gran ayuda para entender qué fue lo que pasó con el “socialismo realmente existente” en Europa, y para la acción en pro de otra Cuba y otro mundo posible.

Otros textos de los volúmenes son igualmente profundos, polémicos y plurales. También presentamos la primera parte de La política cultural del periodo revolucionario: memoria y reflexión, libro reciente con textos sobre el llamado “periodo gris” de la historia de Cuba Socialista (1971-1976 ó 1971-1986 para otros), editado por iniciativa de Desiderio Navarro.

De esos libros se imprimieron pocos ejemplares, y realmente deberían estar –creo yo- en cada aula universitaria, en cada biblioteca municipal. Por eso Revolución extra muros fue una oportunidad de lujo para tender puentes entre los jóvenes cubanos y la imaginación de los pensadores radicales. Una revolución vale algo sólo si es capaz de autocriticarse (defenderse de sus propios demonios).

Después intercambiamos ideas con la suizo-alemana Darja Stocker, autora de la obra teatral Nacidos con Ira que se presentó hace unos días en el actual Festival Internacional de Teatro de la Habana, y trata del destino de las ideas revolucionarias en tres generaciones.  Darja también participó en la marcha contra la violencia del día anterior (6 de noviembre).

Hablamos sobre cómo distintas generaciones viven y personalizan la revolución, la utopía y la esperanza. En el diálogo participaron activistas de  diversos proyectos culturales, dedicados a promover issues como la no-violencia, la ecología y la paz, o a organizar acciones como el Día de la Descolonización Histórica (27 de noviembre) que rescata del olvido la memoria de héroes anónimos afrocubanos, o como el encuentro internacional sobre Medios Digitales y Cultura que este diciembre tocará el sensible tema de internet en Cuba [si es posible, link a pagina esquife.cult.cu donde se convoca el evento].

En Cuba usamos la palabra “catarsis” cuando la gente utiliza un espacio público o académico para “soltar” sus preocupaciones más arraigadas, generalmente sin esperar que ello ayude a una solución real.  No me parece justo que esa “catarsis” se vea como un lastre, porque es un ejercicio necesario de la libertad de expresión.

Revolución extra muros no fue un ejercicio de “catarsis,” sino de su reverso: la creación política. Creo que la alternativa de la “catarsis” no es la “profundización del debate” (aun cuando esta indiscutiblemente sería útil en todos los sentidos) sino la creación política, la gestación de instituciones de protagonismo solidario. El diálogo genuino puede ser un comienzo para ello. Para mí, la marcha contra la violencia del 6 de noviembre y el encuentro del día 7 así lo demuestran.