Voto por Cuba

Luis Rondón Paz

HAVANA TIMES — Ya están al doblar de la esquina las “Elecciones Parlamentarias”, mecanismo electoral creado hace más de 30 años por el gobierno cubano y, en todo el show mediático propagandista que ha montado a través de los medios de difusión masiva para “votar por Cuba”, me surgió la siguiente pregunta:

¿Por cuál Cuba yo votaré?

Por un país con valores y garantías de derechos reales y equitativos, donde toda la ciudadanía disfrute de estos y por ningún motivo se sienta excluida o discriminada. Tema lo empato con las palabras emitidas por el presidente cubano Raúl Castro esta pasada Cumbre de las Américas en Panamá.

Quiero votar por reconstruir una Cuba donde ante la ley, no habrá privilegios y esta será aplicada en igualdad de condiciones a todas las personas. No importa qué cargo ocupen en el gobierno, área militar, administrativa o cualquier otro sector de la sociedad estatal y civil cubana. También quiero votar por un país donde los derechos humanos sean tema inalienable para toda la ciudadanía, no un discurso vacío y oportunista, el cual en la práctica, durante toda la historia de la humanidad ha excluido y discriminado personas por pensar, vivir, y amar, de manera distinta a la supuesta mayoría que obedece pasivamente el canon hegemónico impuesto por el poder.

Votaré por una representación en el gobierno que ayude a implementar de manera mancomunada con ciudadanías minoritarias como la Gay, Bisexual, Trans, Intersexual y Queer (LGBTIQ), e instale mecanismos legales que garanticen derecho a protección real ante agresiones verbales y físicas asociadas con orientación sexual e identidad de género. Es vital incorporar a este otras discriminaciones como la procedencia, nivel cultural, género, y color de piel por estar inter-conectadas y ser inherentes a la especie humana.

Considero importante para la sociedad cubana equiparla de un sistema legal con un poder capaz de sancionar a quien discrimine, excluya y agreda a sectores como el mencionado en el párrafo anterior. Me parece que estas propuestas deben ser implementadas al código penal cubano en aras de garantizar un sistema jurídico más eficiente que el actual. Porque de esta forma se haría más visible el compromiso del gobierno cubano de implementar un sistema social donde los derechos humanos se cumplan desde universalidad, inalienabilidad e interdependencia, previendo así que estos sean usados a conveniencia de Instituciones o minorías en el poder.

Ejerceré mi voto por una sociedad que mira hacia adelante, que está lista por aceptar y respetar los nuevos paradigmas y realidades del mundo actual. Donde dos personas sin distinción de orientación sexual o identidad de género, ejerzan libremente su derecho de amar y gritar a los cuatro vientos lo felices que son con su amor y la vida que eligieron. Esto para su cumplimiento debe estar reflejado en la legislación cubana de forma explícita. Poniendo así en práctica el hecho de que al Gobierno no le interesa la intimidad de las personas y que enfoca su interés en que estas construyan una sociedad pacífica e impulsora del desarrollo de la nación.

Quiero votar por Cuba y visualizarla participativa, democrática, próspera, donde la justicia social y la equidad real pasen de ser un lema. Y quiero sentir que cuando ejerza mi derecho al voto, haya esperanza de poder ayudar a construir la nación de mis sueños, esos que seguramente muchas personas en algún punto coinciden conmigo: donde todas y todos sintamos seguridad, estabilidad, fortaleza y orgullo de ser quienes somos, sin temor a la exclusión ni la discriminación. Porque de cierto modo se podrá sentir el abrazo cálido de la luz al final del túnel.

Por esa Cuba quiero votar, la que tiene todas estas propuestas, porque ellas, son las que harán la nación más justa en igualdad de derechos y coherente con lo que dicta su proyecto social.