Otro clamor para cerrar la Base naval de Guantánamo

Alberto N Jones

Foto: radioangulo.cu

HAVANA TIMES — Con enorme tristeza y el alma compungida, he decidido escribir algunas notas sobre el V Seminario Internacional por la Paz y por la Abolición de las Bases Militares Extranjeras, que tendrá lugar en la ciudad mártir de Guantánamo los días 4, 5 y 6 de Mayo del año 2017, el que es convocado por el Movimiento Cubano por la Paz y la Soberanía de los Pueblos.

Cerca de 200 periodistas, escritores, investigadores, pacifistas, intelectuales y activistas procedentes de 25 países, se darán cita en este, y podrán apreciar de primera mano, los devastadores efectos que la Base naval de Guantánamo o GITMO le ha causado en esa región del país.

Tuve el honor inicial de haber sido convidado a ese evento histórico para ser des-invitado después, supuestamente por mi condición de Cubanoamericano.  Es imposible negar el dolor y la frustración que eso me causó, al no estar presente en el mismo donde tendría la oportunidad de honrar la memoria de decenas de miles de hombres y mujeres humildes, predominantemente negros procedentes de cada una de las islas del Caribe y de Cuba.

Esos  héroes anónimos que le aportaron a GITMO millones de años de servicios en la construcción, mantenimiento, labores domésticas y la administración de una institución indigna e ingrata en la cual, los trabajadores eran amenazados con represalias y despedidos, sometidos ocasionalmente a registros extremos con desnudez antes de salir de dicho enclave y los menos afortunados fueron detenidos, golpeados, torturados y asesinados con impunidad.

Desgraciadamente, los organizadores de esa actividad han concluido que es preferible la celebración de un evento teórico, verbalista, conwebinar y presentaciones por políticos, historiadores e investigadores de alto calibre que describirán la significación de la presencia de GITMO en suelo cubano, antes que escuchar las  vivencias de personas humildes que sufrieron, murieron o sobrevivieron los riesgos y retos que implicaba ganarse el pan de cada día en ese lugar.

Los medios masivos de comunicación en todo el mundo reportaron el 14 de diciembre del año 2012, que el 31 de diciembre los dos últimos trabajadores cubanos de GITMO, Luis la Rosa, de 79 años de edad, y Harry Henry, de 82, que habían trabajado 53 y 61 años, respectivamente, en aquel enclave, se retirarían ese día, cerrándose definitivamente la puerta NE que comunica a GITMO por tierra con Guantánamo.

Los procesos biológicos determinarán la presencia en el mundo de cada uno de ese puñado de sobrevivientes de esa experiencia única en la historia de Cuba. Luis La Rosa falleció recientemente y la salud de Harry Henry está quebrantada, a pesar de locual, estudiosos del todo el mundo peregrinan hasta su casa para recoger vivencias que han plasmado en decenas de publicaciones  que los cubanos hemos ignorado.

Algún día, extremistas y miopes del patio reconocerán su imprevisión y tal como le he sugerido a educadores e historiadores de Guantánamo de la necesidad de crear la Catedra de Historia de GITMO con su Instituto de investigaciones, confiamos se rectifiquen errores pasados mediante la formación al personal más calificado del tema en el mundo.

Mucho se ha escrito sobre la infausta relación entre Cuba y los Estados Unidos desde que el presidente James Polk intentó anexarse o comprar al país en 1840, el tristemente célebre Remember el Maine que condujo a la guerra Hispano-Cubano-Americano, la ocupación militar de la Isla durante 4 años, la instalación de un gobierno títere y GITMO devenido en botín de guerra y el nacimiento del Imperio Americano por la captura de Puerto Rico, Filipinas, Guam y Cuba.

Los primeros 55 años de existencia de GITMO entre 1903 y 1958 se caracterizaron por sus actos intervencionistas en los asuntos internos de Cuba, la masiva corrupción del área, prebendas, prostitución, violaciones, enfermedades de transmisión sexual, golpizas y ocasionales muertes con impunidad de algún cubano desafortunado.

El triunfo de la Revolución en 1959 y las subsiguientes hostilidades transformó aquel enclave en una cabeza de playa dentro de Cuba, donde las conspiraciones, infiltraciones, lavado de dinero y  refugio de contrarrevolucionarios elevó exponencialmente la violencia, transformando el área en una zona altamente fortificada con el segundo campo minado más grande del mundo excepto el paralelo 38 en Corea.

Los tres últimos trabajadores cubanos de GITMO, después del cual, se cerro la puerta por ultima vez.

Al mismo tiempo, un limitado trabajo periodístico, literario, psicológico, sociológico y estudios de higiene mental, no han profundizado en el daño que la presencia de GITMO le ha causado a residentes de Boquerón, Caimanera, Ullao, Glorieta, Paraguay, Filipinas y Guantánamo,  forzados a vivir durante medio siglo bajo un estado de guerra no declarada.

Muchos historiadores describen los momentos más peligrosos de la era de la guerra fría en Cuba, como el periodo del terrorismo, sabotaje, ataques aéreos, Playa Girón y la Crisis de los Misiles.   Sin embargo, la mayoría han ignorado el dolor, ansiedad y el sufrimiento acumulado por los habitantes de la provincia de Guantánamo  durante 50 años, que superan con creces la suma de las penurias de las demás provincias y jamás podrá ser cuantificada.

Lo que es obvio, es que ningún gobierno en el mundo haría grandes inversiones y desarrollo en el frente de combate, sabiendo que estas serían las primeras bajas en caso de conflicto, por lo que a pesar de haberse triplicado la población de Guantánamo en estos 50 años, el estancamiento y falta de desarrollo es demoledor.

Lejos están los días cuando existían en Guantánamo 8 cines, tres salidas diarias de trenes hacia Caimanera, decenas de Gas Cars conectando los campiña, 25 salidas diarias de ómnibus a Santiago de Cuba hoy reducida a 10, los helados Samy, el jabón 13-13, los cigarrillos Eva, el chocolate La India, los refrescos PayPay, Rivercola,el ron Los Marinos, las grandes plantaciones de café, cacao, caña de azúcar y más de 100 tiendas de ropa, artículos domésticos, bodges, farmacias, barberías, bares y restaurantes.

Santiago de Cuba y Guantánamo son las zonas más cálidas de Cuba y esta comunidad encontraba refugio durante el verano en los ríos Guaso, Bano y Jaibo.  Otros visitaban las playas Tokio, Cayo Toro y Cayo Brooks en Caimanera.  Hoy esos ríos están en desuso, contaminados con residuos domésticos y Caimanera es una zona militar.

El pueblo de Guantanamo recibirá a los visitantes con los brazos abiertos y les estarán eternamente agradecidos por demandar el cierre de las bases militares.  Nadie entiende mejor que ellos el negativo impacto que ese engendro tiene sobre la vida de personas humildes e indefensas, que han visto sus sueños, esperanzas y su futuro destruidos sin razón.

Confiamos, este importantísimo evento en Guantánamo no se reduzca a otro ejercicio académico dedicado a escoriar, lamentar, documentar y denunciar un pasado monstruoso, sino que identifiquen la génesis y la diversidad de los enormes daños que le han causado.  El pueblo de Guantánamo necesita desesperadamente detodo el apoyo, amor y la solidaridad de millones  de personas amantes de la paz para comenzar a restañar sus profundas heridas.

Guantánamo era una de las comunidades más diversas en Cuba, donde cubanos, españoles, italianos, alemanes, caribeños anglófonos, franceses, haitianos, estadounidenses, polacos, sirios indios, ingleses, libaneses, paquistaníes, chinos y suizos convivieron en armonía en medio de sus diferencias culturales.

Guantánamo no ha perdido esa virtud y cuenta con miles de sus hijos altamente calificados dispersos por todo el país y el exterior, que están listos y dispuestos a regresar para reconstruir su amada villa.

El mayor logro que este evento pudiera desplegar sería haber sensibilizado a sus participantes y enuclearlos alrededor de esta provincia, para juntos iniciar el mayor proyecto socio-económico-cultural transformativo que el país haya tenido desde los años luminosos de la transformación de Isla de Pinos en Isla de la Juventud.

Millones de jóvenes afro-americanos y caribeños sin formación educacional y futuro, millones de jubilados y pacientes de enfermedades neurológicas causadas por traumas similares a las que fue sometida el pueblo de Guantánamo, podrían encontrar educación, salud, cultura, amor y solidaridad en Guantánamo.

Corresponde a todos convertir a Guantánamo en un Monumento de Paz y Solidaridad, donde todas las víctimas de odio, divisiones, conflictos de muerte, puedan vivir en paz, armonía y respeto, demostrando, que un mundo mejor es aún posible.

Articulos recientes:

  • Cuba
  • Noticias
  • tiempo

El Tiempo en La Habana para el 2 al 8 de mayo

Las temperaturas máximas estarán entre los 30 y 32ºC y las mínimas entre los 21…

  • Cancion del Dia
  • Noticias

Dave Valentin – Canción del día

Nuestro artista destacado de hoy es Dave Valentin de Estados Unidos con la canción “Cinnamon…

  • Cuba
  • Reportajes
  • Segmentos

Maykel Osorbo: “A mí tienen que asesinarme de frente”

Ustedes todos son culpables ahora mismo, ante los ojos del mundo, de participar directamente en…

Con el motivo de mejorar el uso y la navegación, Havana Times utiliza cookies.