En Cuba hay economistas en cualquier esquina

Por Aurelio Pedroso (Progreso Semanal)

Una bodega cubana en Centro Habana. Foto de archivo: Alexandre Meneghini / Reuters

HAVANA TIMES – Al igual que en el béisbol, que en las gradas de cada estadio abundan cientos de directores y árbitros, en el actual debate económico levantamos una piedra y encontramos determinada cantidad de expertos en economía y aficionados a las cuentas, además de los ya conocidos músicos.

Y hay de todo, como en botica; nada más acercarse a las redes sociales o palparlo en vivo y en directo en cualesquiera de las colas que se arman lo mismo para el papel sanitario que para el ahora desaparecido café. De otra forma no puede ocurrir, porque la billetera personal y la alcancía nacional no viven sus mejores momentos.

Entonces la gente no hace más que pensar en cómo y de qué manera salir de la crisis a nivel personal o comunitario.

Hasta donde he podido participar de boca cerrada en los puntos de vista de cada cual, el debate está transcurriendo sin muchas alteraciones del orden, como diría un buen oficial de policía. Excepciones, al calor de la discusión, no faltan. Como esa de llamar pseudo economista a uno de renombre internacional.

Uno de los últimos pareceres de los foristas ha resultado en extremo interesante. Sostiene que de no cambiar algunas concepciones estaremos cayendo en una trampa del mismísimo imperio.

Algunos, sin embargo, coinciden en apuntar que los problemas actuales de la Isla, al margen del efectivo embargo o bloqueo que cada día arrecia más, no son de orden puramente económico ni político, sino de política económica. Y creo que tienen razón, aunque quien suscribe no sea economista ni sueñe con serlo.

La inercia, por llamarla de alguna forma, de la implementación de las PYMES, aprobada en los lineamientos del Partido Comunista y que en modo alguno es la solución definitiva, pero sí parte del engranaje de desarrollo, vive a sus anchas en ese documento rector. El tema en cuestión es uno de los más socorridos en estos tiempos.

Un ejemplo práctico y reciente como botón de muestra.

La bodega ubicada en calle 6, entre 1ra. y 3ra., en Miramar, Playa, fue objeto de una añeja demanda durante años en favor de su reparación. Cuando no era por un motivo, era por otro. No había presupuesto, no estaba en el plan. Las poderosas empresas radicadas en sus alrededores, como Cimex, remodelaban y construían a diestra y siniestra sin tan siquiera emprender ese objeto social. Finalmente, el establecimiento ya era un peligro letal. Por un simple pan normado, el consumidor estaba expuesto a morir aplastado por un pedazo de techo.

Entonces, el “milagro”. Llegó el sector privado o cuentapropista, como desean llamarlo oficialmente, y pactó a lo Salomón con las autoridades. Hoy existen en plena armonía en ese inmueble un restaurante privado y una nueva bodega objeto de envidia para otras similares de la municipalidad.

El igualitarismo de pensamiento es pura ciencia ficción. Comprobado está que se puede llegar al destino final por varios caminos. Unos prefieren una utópica autopista; otros, la espesura de un monte.

A estos foristas, en mayoría residentes en la Isla y muy comprometidos con un mejor futuro para la nación, habrá que prestarles una buena atención.

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