HAVANA TIMES – El respeto a la diversidad de pensamiento y la necesidad de paz son temas ineludibles momentos antes de la marcha pacífica del 15 de noviembre. La criminalización de la manifestación no es novedad en Cuba, sin embargo, no puede hacernos olvidar que se trata de un derecho humano, universal, contemplado en nuestra constitución.
Desde los medios oficiales se ha desatado una campaña de descrédito contra los principales líderes y moderadores de la plataforma Archipiélago, sin posibilidad de réplica en esos espacios. Las viejas retóricas de confrontación con los norteamericanos son utilizadas por el Gobierno cubano para desacreditar una iniciativa de su propia ciudadanía. La irrevocabilidad del socialismo es empleada como justificación para todo tipo de acciones anticonstitucionales.
Por tal motivo, denunciamos el continuo señalamiento por diferencias de pensamiento y la consecuente represión y negación del espacio en la sociedad de la ciudadanía toda en su pluralidad.
Unidos todos, Wimar Verdecia Fuentes
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