El decrecimiento convivencial para un pos desarrollo plural en Cuba

Hacia un proyecto socio-económico cubano alternativo (1)

Yasser Farrés Delgado

Glamour en La Habana. Foto: Juan Suárez

HAVANA TIMES — ¿Existen alternativas al Neoliberalismo de Estado que va instalándose en Cuba como modelo socio-económico? ¿Existen alternativas a convertirse en cómplice del modelo civilizatorio global, anti-ecológico y socialmente injusto? ¿Es posible plantear un proyecto socio-territorial cubano que no multiplique la dependencia? ¿Es posible establecer relaciones económicas con el exterior que no conduzcan al endeudamiento?

Todas estas preguntas tienen una misma respuesta: “Absolutamente, sí”. De hecho, existe suficiente teoría económica crítica y numerosas prácticas socio-económicas a lo largo y ancho del mundo que permitirían mantener esa afirmación, sin embargo estas no han sido generalizadas porque no resultan de interés ni para el pensamiento único que domina en una academia cada vez más neoliberal ni para los gobiernos, cada vez más controlados por el FMI y las élites económicas globales.

En este sentido habría que preguntar: ¿Por qué no se divulgan en Cuba estas experiencias? ¿Están el Estado, la academia y la ciudadanía cubana en condiciones de promoverlas? ¿Qué transformaciones serían necesarias en cada una de estas partes de la sociedad cubana para que las alternativas se multipliquen?

Propongo con esta entrada, y otras que seguirán, abrir un debate sobre estos dos bloques de preguntas. En línea con mis tres entradas anteriores (1), (2) y (3), dedicaré ahora espacio a dos conceptos: decrecimiento y posdesarrollo.

La teoría del decrecimiento convivencial es un pensamiento crítico europeo y no-eurocéntrico que cuestiona al modelo de civilización globalizado.Tomando como categoría de análisis la noción ‘decrecimiento’, el planteamiento es reducir equitativamente el consumo a nivel global y repartir adecuadamente los recursos y beneficios para conseguir un posdesarrollo plural global. El economista francés SergeLatouche quizás sea su más reconocido teórico. En España destaca el politólogo y escritor Carlos Taibo así como el escritor, filósofo y politólogo Jorge Riechmann.

La idea de ‘reducir equitativamente’ es importante. Se reconoce que no tendrían el mismo rol los ‘países desarrollados’ que los ‘subdesarrollados’ donde la producción no soluciona las necesidades básicas de su población.

La genealogía que nutre a esta propuesta es muy diversa, incluyendo criterios desde la bio-economía hasta la ecología política. No obstante, es contraria a la concepción de ciertos ecologistas reformistas pues plantea que «el estado estacionario propiamente dicho y el crecimiento cero no son posibles ni deseables». Imposibles porque el proceso económico no es mecánico e irreversible sino entrópico; e indeseables pues no renuncian a los modelos de producción y consumo infinitos en un mundo cuyos recursos son finitos, y no ofrecen alternativas reales para superar los grandes contrastes [Latouche, 2007: 66].

Carnicería particular. Foto: Juan Suárez

La propuesta del decrecimiento concuerda con los ecologistas reformistas en preservar el medio ambiente, pero agrega que al mismo tiempo se debe restaurar un mínimo de justicia social, metas posibles si se reduce el consumo y realiza un reparto equitativo. Quienes se oponen a esta propuesta insisten en que significaría una vuelta a la prehistoria, afirmación que no tiene sentido si se considera la situación de la mayoría de la población mundial que no accede al “desarrollo”, al sistema mundial de consumo, ni podrán hacerlo porque la ilusión desarrollista se soporta en su explotación.

La teoría del decrecimientopropone reconsiderar la noción de bienestar en otros términos, y no limitado a la satisfacción irracional de necesidades socialmente fabricadas. Es «renunciar al imaginario económico, es decir, a la creencia de que más es igual o mejor.» [Latouche, 2007:69]. Aquí radica el valor ético de la propuesta. Tiene por metainsistir sobre todo en que el objetivo del crecimiento por el crecimiento sea abandonado.

Según Latouche[2009:46], siendo rigurosos, «convendría más hablar de ‘acrecimiento’ tal como hablamos de ‘ateísmo’».Es decir, llama la atención sobre la creencia en el desarrollo. La manera en que esto se concretaría estaría ligada al localismo y el carácter convivencial, aspectos cuya importancia también destacan otras concepciones.

La propuesta que SergeLatouche esboza se resumiría en las 8 R como pilares para la acción:

• Revaluar: Revisar nuestros valores: cooperación vs. competencia, altruismo vs. egoísmo, etcétera. Se trata de sustituir los valores globales, individualistas y consumistas por valores locales, de cooperación y humanistas.

• Recontextualizar (Reconceptualizar): Modificar nuestras formas de conceptualizar la realidad, evidenciando la construcción social de la pobreza, de la escasez, etc.; encaminados sobre todo a un nuevo estilo y calidad de vida, suficiencia y simplicidad voluntaria.

• Reestructurar: Adaptar las estructuras económicas y productivas al cambio de valores. Adaptar el aparato de producción y las relaciones sociales en función de la nueva escala de valores, como por ejemplo, combinar eco-eficiencia y simplicidad voluntaria.

Cafetería de la calle Galiano. Foto: Juan Suárez

• Relocalizar: Sustentar la producción y el consumo esencialmente en la escala local. Es un llamamiento a la autosuficiencia local con fines de satisfacer las necesidades prioritarias disminuyendo el uso de trasporte.

• Redistribuir: El acceso a recursos naturales y las riquezas. Sobre todo en las relaciones entre el Norte y el Sur.

• Reducir: Limitar el consumo a la capacidad de carga de la biosfera. Está relacionado con el cambio del estilo de vida consumista, al estilo de vida sencilla y todas las implicaciones que esto conlleva.

• Reutilizar: Contra el consumismo. Tender hacia bienes durables y a su reparación y conservación.

• Reciclar: En todas nuestras actividades. Se trata de alargar el tiempo de vida de los productos para evitar el consumo y el despilfarro.

En última instancia, la propuesta del decrecimiento comparte las ideas del “desarrollo endógeno” y de la “auto-sostenibilidad” planteadas desde otras interpretaciones económicas. Sin embargo, ¿apuntan las medidas del gobierno cubano a ello? Curiosamente, la palabra “endógeno” tampoco está en el discurso de los Lineamientos de la Política Económica.

Articulos recientes:

  • Cuba
  • Reportajes
  • Segmentos

San Antonio de los Baños, donde el humor dio paso al dolor

Sin electricidad y sin acceso a la red de redes, así pasan los habitantes de…

  • Cancion del Dia
  • Mundo
  • Noticias
  • Segmentos

Mayra Andrade – Canción del día

La artista destacada de hoy es Mayra Andrade de Cabo Verde con la canción Tan…

  • Mundo
  • Noticias

Haití estrena presidencia colegiada de nueve miembros

De los 11,5 millones de habitantes en este país, unos 4,5 millones necesitan ayuda humanitaria…

Con el motivo de mejorar el uso y la navegación, Havana Times utiliza cookies.