HAVANA TIMES (dpa) – Luis Posada Carriles, acusado de terrorismo por La Habana y considerado como un héroe por el anticastrismo, apareció hoy en un acto de protesta del exilio tradicional cubano de Miami contra la reanudación de las relaciones entre Estados Unidos y la isla.
“Me sentí muy triste, pero reaccioné y vi el panorama. Cuba no va a ser el paraíso turístico. Hay que resistir eso con todo lo que podamos hasta el final”, expresó con muchas dificultades ante los periodistas Posada Carriles, de 86 años.
Posada, cubano pero nacionalizado venezolano, fue una de las aproximadamente 200 personas del exilio tradicional cubano en Miami que hoy se concentró para protestar contra el gobierno de Estados Unidos Unidos por el acuerdo con la isla.
“No va a triunfar. Con los bandidos no se puede hacer negocios.
Nadie puede hacer negocios con los delincuentes, con los asesinos, con los narcotraficantes y esos son Raúl y la caterva que tiene al lado”, dijo Posada Carriles, acompañado de dos personas partidarias de apostar por la lucha armada contra el gobierno de la isla.
Posada Carriles tiene un historial de atentados y operaciones desestabilizadoras en Cuba, Centro y Sudamérica de las que afirma no haberse arrepentido nunca.
“Ustedes son jóvenes y van a ver el final, el final de los otros”, dijo a los periodistas Posada, con un hilo de voz, en referencia a los hermanos Castro.
En los años 60, fue entrenado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos y se convirtió en uno de los instructores en la fracasada invasión de Bahía de Cochinos en 1961.
Cuba acusa a Posada de ser uno de los cerebros del peor atentado que sufrió la isla, el perpetrado en 1976 contra un avión de Cubana Aviación procedente de Caracas y que costó la vida a 73 personas.
Posada Carriles fue detenido en Venezuela, donde tenían su centro de operaciones, pero una década después, en agosto de 1985, huyó de la prisión.
En Guatemala fue blanco de un atentado el 28 de febrero de 1990. Posada Carriles aseguró que fue organizado por Cuba, aunque reconoció que mucha gente tenía motivos para querer eliminarlo.
En una serie de entrevistas con “The New York Times” en 1998, Posada Carriles se atribuyó la serie de atentados contra instalaciones hoteleras en La Habana que un año antes habían causado la muerte de un turista italiano, Fabio Di Celmo.
En 2000, Fidel Castro denunció en Panamá una “conjura” para asesinarlo en plena Cumbre Iberoamericana. Posada Carriles fue arrestado junto a otros tres hombres y condenado a ocho años de cárcel por “atentado contra la seguridad pública”. Pero en 2004, poco antes de abandonar la presidencia panameña, Mireya Moscoso lo indultó.
En mayo de 2005 fue detenido en Estados Unidos por entrada ilegal en el país, después de que Castro denunciara públicamente su estancia en Miami. Cuba acusó a Washington de protegerlo.
El 7 de mayo de este año, las autoridades cubanas informaron de la detención de cuatro ciudadanos cubano-estadounidenses que habían llegado a la isla desde Miami para planear “acciones terroristas”.
El gobierno de La Habana acusó a tres personas residentes en Miami de ser los autores intelectuales de los ataques que planeaban los cuatro detenidos. Los tres tenían relación con Posada Carriles, sostuvo el diario oficial cubano “Granma”. Arturo Hernández, abogado de Posada en Miami, negó cualquier vinculación.
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