HAVANA TIMES (dpa) — La situación en los hospitales brasileños en los que mañana comenzarán a trabajar los médicos cubanos que participan en el programa gubernamental “Más Médicos” es “terrible”, aseguraron profesionales citados hoy por el diario “Folha de Sao Paulo”.
Falta de higiene, equipamiento faltante, infraestructura en malas condiciones son algunos de los problemas que enfrentarán los médicos que fueron seleccionados en la primera tanda de profesionales que adhirieron al programa lanzado por la presidenta Dilma Rousseff para actuar en las regiones más pobres del país, a donde los médicos formados en Brasil se niegan a trabajar.
“La gerenta es la enfermera. Una buena gerenta, dígase de paso”, dijo la doctora Tamillys Figueiredo, quien trabaja en el centro de salud familiar de la localidad de Barreira, en el estado de Bahia. La médica, de 26 años, tildó las condiciones de esa unidad de salud de “terribles”.
“Todas las semanas tenemos al menos un día sin agua. No hay ambulancia. El desfribilador no está funcionando. Si llega alguien con paro (cardiorespiratorio) rezaremos, solo eso”, sintetizó.
El centro de salud recibe este fin de semana a médicos cubanos que participan en el programa mediante un contrato colectivo firmado a través del gobierno brasileño y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
La llegada de cubanos generó ásperas reacciones por parte de las asociaciones médicas brasileñas, que tildaron a los profesionales caribeños de “esclavos” porque no recibirán sus honorarios directamente sino a través del gobierno de su país.
Las asociaciones médicas brasileñas criticaron no solo la llegada de cubanos sino el programa en general, recurrieron a la Justicia para declararlo inconstitucional y amenazaron con no colaborar con los colegas extranjeros. También las universidades federales amenazaron con boicotear el programa, no suministrando profesionales para supervisar y apoyar a los extranjeros.
Situaciones similares a las de Barreira fueron constatadas por el rotativo en varios de los 206 municipios de 18 estados brasileños que recibirán médicos cubanos destinados a actuar en lugares rechazados por médicos brasileños y por los extranjeros que participaron en el programa.
La situación contradice aún las exigencias del gobierno central a los municipios que adhirieron al programa, que deben asumir el compromiso de suministrar los equipamientos necesarios, mejorar las instalaciones sanitarias y brindar condiciones mínimas de comodidad para el desempeño de las actividades médicas y unidades de salud en el interior de Pernambuco y Minas Gerais, en la región metropolitana de Porto Alegre, capital de Rio Grande do Sul, entre otras.
El acceso a algunos puestos de salud en las zonas rurales de Pernambuco es tan precario que los periodistas del rotativo no consiguieron llegar a uno de ellos debido a las precipitaciones.
Al anunciar el programa, el ministerio de Salud informó que hasta 2014 se invertirán unos 15.000 millones de reales (unos 6.600 millones de dólares) para mejorar la red pública de salud en todo el país.
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