HAVANA TIMES (dpa) – El gobierno de Estados Unidos pidió hoy a La Habana que otorgue un permiso humanitario al contratista estadounidense Alan Gross, detenido desde hace cuatro años y medio en Cuba, para que pueda estar con su familia durante el duelo por la muerte de su madre.
Evelyn Gross, la madre de Alan Gross, falleció hoy a los 92 años “tras una larga batalla contra el cáncer de pulmón”, informó la familia, que dijo que la mujer no vio cumplido “su último deseo de ver a su hijo antes de morir”.
“Instamos al gobierno cubano a que otorgue un permiso humanitario a Alan Gross durante este tiempo de duelo”, dijo en rueda de prensa la portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Jennifer Psaki, quién envió sus condolencias al contratista y a su familia “por su pérdida”.
“Consideramos que es una tragedia que no haya podido regresar a casa para estar al lado de la cama de su madre durante su fallecimiento”, añadió la portavoz del Departamento de Estado.
Washington considera que sería “un gesto” por parte de La Habana otorgar el permiso humanitario a Alan Gross para que pueda estar con su familia.
Sin embargo, la portavoz no precisó qué garantías se le daría a La Habana si le otorga el permiso humanitario a Gross, ni si el contratista volvería a la isla a cumplir el resto de la condena.
Judy Gross, esposa de Alan Gross, aseguró que la muerte de su suegra supone “un golpe devastador” para el contratista y su familia, ya que el preso estaba muy unido a su madre.
La esposa de Gross se mostró muy preocupada de que el estadounidense “pierda ahora la esperanza de volver algún día a casa y haga algo drástico”.
Desde su detención, las autoridades estadounidenses han pedido sin éxito en numerosas ocasiones al gobierno cubano que libere a Alan Gross.
El senador por Florida, el cubanoamericano Marco Rubio, aseguró hoy a través de un comunicado que la muerte de la madre de Gross muestra “la crueldad y falta de corazón” del gobierno de Raúl Castro.
Rubio exigió “la liberación inmediata y sin condiciones” del estadounidense para que pueda volver lo antes posible junto a su familia.
Gross, de 65 años, fue detenido en diciembre de 2009 en La Habana tras llevar a la isla sofisticados equipos de telecomunicación prohibidos por las autoridades. Un tribunal lo condenó después a 15 años de cárcel por acusaciones de fomentar “actos contra la integridad” del Estado.
Gross, que trabajaba como contratista de la agencia de desarrollo estadounidense USAID, niega los cargos y señala que los equipos estaban destinados a facilitar el acceso a Internet a la comunidad judía en Cuba.
El pasado mes de abril el estadounidense llevó a cabo una huelga de hambre de 9 días, a la que puso fin después de que su madre se lo pidiera.
Se intenta suicidar en prisión Fray Pascual Claro Valladares al conocer su sentencia, de 10…
Nada nuevo, pero resulta que la palabra se ha puesto de moda, y esta semana…
Sin electricidad y sin acceso a la red de redes, así pasan los habitantes de…
Con el motivo de mejorar el uso y la navegación, Havana Times utiliza cookies.