La corrupción es la guerra económica en Venezuela

Caridad

HAVANA TIMES — “Llegando a Venezuela encuentro que finalmente el gobierno lo ha admitido” que la a guerra económica tan cacareada durante estos dos años no es más que corrupción por parte de ellos mismos.

Si, claro, admitirlo así con esas palabras no creo que vaya a suceder, a no ser que exista un interés muy grande detrás de esa confesión…o una presión igual de grande que obligue al presidente Maduro a confesar el desfalco, el mal control y el pésimo manejo de la economía por parte de su gabinete.

Pero por estos días – amén de las declaraciones de la nueva ministra de salud, que desmintió la sensible escasez de medicamentos arguyendo que existe una mala costumbre entre los venezolanos de comprar demasiados medicamentos sin necesitarlos realmente – están saliendo ciertas noticias que hacen pensar que el gobierno, finalmente, ha decidido hacer al menos un mínimo contra su propia corrupción.

Mínimo, aclaro. Pero ese mínimo accionar está echando por tierra todo el discurso sobre la guerra económica, el supuesto acaparamiento de alimentos y medicinas por parte de la apátrida burguesía. Ojo, que no son pocos los que – de ambos bandos, si es que existen dos bandos realmente – se han aprovechado de las circunstancias para especular con los precios. Resulta que se ha creado la Operación Gorgojo, y en pocos días han caído unas 40 ó 50 personas vinculadas a los Abastos Bicentenarios.

Los Abastos Bicentenarios son grandes almacenes de comida, en manos del gobierno, donde se podían encontrar productos de la canasta básica a precios regulados. Para cualquier trabajador los Bicentenarios resultaba la mejor opción a la hora de comprar, y así rendir un poco más su salario. Pero justo hace dos años estos almacenes comenzaron a presentar problemas. No solo con las enormes colas que comenzaron a hacerse para comprar en ellos, sino con su desabastecimiento.

Todos se preguntaban, si la tal guerra económica es por parte de los comercios privados, ¿por qué tampoco en los mercados del gobierno se encuentra lo necesario?

Tuvieron que pasar dos años para que el gobierno se decidiera a investigar a gerentes y trabajadores de los mencionados abastos. ¿De dónde sacan los bachaqueros los productos que compran a 20 ó 50 bolívares y revenden en la calle a 300, 500 o mil bolívares? No es que, precisamente, vendan el producto que compran el día de la semana en que les “toca” comprar. De igual modo los que se llevan a través de la frontera con Colombia salían – o salen – de algún sitio. Obviamente no resulta negocio comprarlo a un precio más elevado en los mercados privados, y sí es lucrativo comprarlos a los mercados estatales.

Pero el pensamiento gubernamental es lento, o quizá rápido, lo que resulta más lento es su accionar. Mientras los gerentes – y los que jerárquicamente están por encima de los gerentes – escondían productos en los almacenes de los Abastos Bicentenarios, y los vendían a los bachaqueros en vez de sacarlos a los anaqueles; Maduro y el resto de los representantes del gobierno se desgañitaban acusando a los comerciantes privados por esconder mercancías.

Claro, ahora es mucho mejor tomar a esos gerentes y trabajadores como chivos expiatorios, y que carguen sobre sus hombros toda la culpa del desabastecimiento en el país. Ahora falta que salgan a relucir los nombres de los ministros que han estado a cargo de la corrupción, que han desfalcado el país…ahora falta que Maduro y los que gobiernan junto a él admitan su responsabilidad en esta enorme cadena de corrupción en Venezuela que, aunque históricamente no fue iniciada por ellos, han llevado a extremos bastante peligrosos.