¿Homofobia chavista?

Caridad

HAVANA TIMES — No sé si por estos lares conocen el triángulo rosa que hacían llevar a los homosexuales en campos de concentración bajo el régimen de Hitler.

Pero a veces me da la sensación de que un triángulo rosa se queda pequeño al lado de las imágenes que he estado viendo en estas semanas.

No voy a hacer un estudio sobre las raíces de la homofobia en Latinoamérica ni específicamente en Venezuela (en mis tiempos de estudiantes ya investigué demasiado al respecto y una cuartilla es muy poco espacio para el tema).

Ni tampoco hablaré sobre la disculpa pública que – a insistencia de varios activistas y colectivos promotores de los derechos de los homosexuales – se vio obligado a ofrecer el Canciller Nicolás Maduro por sus declaraciones homofóbicas en un acto público.

A pesar de las abiertas marchas de la “comunidad” gay por las calles de Caracas, tengo la certeza de que una buena parte de la gente por aquí continúa con el pensamiento “catolizado” al respecto.

Y me llama la atención la manera en que se aprovechan de esto ciertos sectores políticos.
Me explico.

En febrero de este año un conocido programa de televisión estatal (La Hojilla) sacó al aire una “acusación” – con pruebas incluidas – sobre la homosexualidad del candidato de la Oposición Capriles Radonski.

Desde entonces se pueden ver, en las calles, grafittis resaltando la mariconería del opositor frente a la idealizada virilidad del presidente Chávez.

El asunto no ha quedado solo en las calles y en la tv, ha pasado a Facebook y cualquiera que conozca esta red sabe de su alcance y del modo en que puede utilizarlo cualquier tipo de Poder.

Estas “Redes Sociales” unas veces lo visten de mujer, otras lo colocan desnudo con Negros deseosos de “sodomizarlo” – obviamente aquí pasa de la homofobia al abierto racismo – lo disfrazan con alas de mariposas o lo colocan semidesnudo y raquítico bajo las piernas de un Chávez lleno de músculos, todopoderoso.

¿Necesitan los que creen en el proyecto de Chávez intentar descalificar a un oponente por un detalle de su vida íntima?

¿Necesitan los venezolanos un guía que se muestre como un Gallo, un Súper Gladiador, un Soldado, un Invencible, un arrasador de pelvis femeninas?

No dudo que a Capriles le convenga, hasta cierto punto, la controversia sobre su inclinación sexual, pues cualquier político en estos tiempos saca provecho de los votos de la Comunidad GLBT. Pero ese no es el punto.

Lo que sí tengo claro es que resultan demasiado peligrosas las personas que, siguiendo un supuesto Ideal, discriminan e intentan humillar a los que no encajan en los esquemas de su mente.

Peor si detrás de ellas se mueve la mano del poder, reforzando o incitando a estas mentes según su conveniencia.