Criminalización del Internet

Yenisel Rodríguez

El Estado y el Gobierno cubanos han desplegado una campaña mediática para criminalizar políticamente a Internet. El argumento vuelve a ser la política injerencista de los EE.UU. en los asuntos de Cuba, y sus estrategias de implementación.

Nuevamente se aplica la vieja ideología del diferendo, según la cual sólo existe dos posicionamiento políticos en país: el antimperialismo izquierdista de corte socialista (más bien un nacionalismo estatista) y el anexionismo proyanqui de extrema derecha.

Desde la ideología del diferendo construyen un contrapunteo performático entre la conocida bloguera Yoani Sanchez y una bloguera defensora del régimen, una rubia nacionalista y angelical. Ambas representan, según el discurso de la campaña mediática, los posicionamientos políticos del ciberespacio cubano. El bien, por supuesto, lo define la bloguera angelical apadrinada por el régimen.

No obstante, sabemos que la realidad política cubana es mucho más diversa y compleja de cómo lo describe la ideología del diferendo. Por ejemplo, existen espacios virtuales como Havana Times donde la diversidad de criterios va más allá de anexionismos y nacionalismos baratos.

Es un espacio, según mi opinión muy personal, de interés común por generar consensos democráticos sobre las principales problemáticas que afectan a nuestro país. Sin complicidades doctrinarias con el régimen cubano ni contratos financieros con los imperios del norte, sus blogueros parten de diversos criterios políticos a la hora de crear y publicar sus ideas.

Yo conozco personalmente a socialdemócratas, anarquistas y comunistas a la vieja usanza, por solo mencionar tres matrices clásicas. No obstante, no dejo de reconocer que existan posicionamientos políticos que no se incluyan dentro de los debates de Havana Times.

Entonces, cómo se definiría desde la ideología del diferendo el discurso diverso de Havana Times. Esta es una pregunta imprescindible sobre la que se puede debatir bastante.

De todos modos no deja de ser preocupante la nueva ofensiva gubernamental contra los espacio de debate existentes en el ciberespacio y al que accedemos algunos cubanos de acá. Es una acometida ortodoxa del régimen que aprovecha la difícil situación internacional para ajustar algunas cuentas pasadas ante una opinión internacional consternada frente a la guerra.

En la presente coyuntura política es necesaria la unidad de todos aquellos blogeros cubanos que no aceptamos la dualidad reduccionista que promociona hoy la ideología del diferendo. Ante la acometida autoritaria contra las nuevas redes sociovirtuales debemos consolidar nuestro foro de debate.