Challenge en las redes con la bandera cubana

Verónica Vega

HAVANA TIMES – Luis Manuel Otero Alcántara es un controvertido artista visual que con frecuencia acapara la atención de las redes sociales. Sus performances, aclamados o criticados, siempre provocan reacciones.

Estos pueden cuestionar, desde la desaparición del busto de Julio Antonio Mella en el edificio que ahora ocupa el hotel Manzana Kerpinski, o la degradación del arte independiente con el simbolismo de un cuerpo humano embarrado de excremento frente al emblemático Capitolio habanero, hasta la reciente Ley de símbolos nacionales de la República de Cuba, aprobada por la Asamblea del Poder Popular, que establece sanciones al uso “irrespetuoso” de la bandera.

El 9 de agosto, Otero Alcántara, luego de realizar el performance Réquiem por la Patria, inició la obra Drapeau, consistente en llevar la bandera cubana sobre sus hombros durante un mes. Un acto tan simple como salir así a la calle provocó su arresto y desaparición durante tres días.

El Movimiento San Isidro, conformado por un grupo de artistas sin vínculos con las instituciones, y establecido como tal a partir de la campaña desplegada contra el decreto 349, lanzó entonces el reto #LaBanderaEsDeTodos.

Se trata de una invitación a que cada cubano y cubana se tome una fotografía con la insignia patriótica.

Las fotos donde aparecen nativos de la Isla de diferentes edades, género y hasta diversos países de residencia, han permeado las redes con inusitado despliegue de espontaneidad, ingenio y alegría.

El Movimiento San Isidro ha pedido que se compartan estas fotos en la página Artistas cubanxs en contra del Decreto 349 y anunció un premio de recarga celular doble, a la foto que reciba más likes.

También agradeció el apoyo de la gente al pedido de donaciones de la bandera cubana, que solo se vende en comercios de turismo y a un precio prohibitivo. Anunciaron que ya han recibido trece estandartes para el reto o challenge, al que definen como “un recordatorio simbólico para concederle luz eterna a Cuba”.

La obra Drapeau y la convocatoria fotográfica, que ha suscitado una inédita solidaridad en las redes sociales, ha provocado también una ola represiva contra artistas y activistas, con citaciones oficiales, interrogatorios, amenazas y detenciones arbitrarias.