¿Dónde están los medicamentos en Cuba?

Por Safie M. González

HAVANA TIMES – Cambios, reordenamiento, carencia ESCASEZ, coronavirus, son las palabras de orden desde hace ya algún tiempo. Algunas se mencionan más que otras, pero creo que casi a diario cada cubano pronuncia alguna de estas o todas.

Algo que no se encuentra por ningún lugar desde hace bastante tiempo son los medicamentos. Ir a la farmacia por alguno de ellos es casi una tarea titánica.

Cuando se abastece la botica y la información se empieza a esparcir como pólvora, al día siguiente, desde las 5 de la mañana o incluso más temprano, las personas comienzan a hacer colas, en especial aquellas que tiene más de sesenta años. Estas por lo general padecen de alguna enfermedad crónica, como hipertensión, problemas coronarios, diabetes, asma, entre muchos otros.

En mi caso, desde pequeña padezco de una alergia violenta. Toda mi vida he hecho muchos tratamientos con antistamínicos, incluidas las vacunas. Cuando adolescente, tuve la última crisis de asma, pero las de alergia son bastante severas, tanto así, que puedo pasar días enteros estornudando.

Por desdicha, hace meses que no puedo comprar mis tabletas, porque cada vez que voy o alguien de mi familia acude a la farmacia en busca de estas y otros que mi mamá también necesita, no alcanzamos o simplemente “no entró en ese pedido”.

La última vez que pudimos comprar dichos fármacos fue gracias a que el mensajero de una vecina se fue de madrugada e hizo la cola. Le pagamos un dinero extra y así pudimos tomar nuestras respectivas pastillas.

Desde hace un mes me encuentro convaleciente con una sacrolumbargia, pero no he podido comprar ningún antinflamatorio o analgésico. Resolví algunos gracias a la solidaridad de un par de amigos que consiguieron a sobreprecio.

Mi abuelo paterno tiene una arritmia y nunca puede cumplir al pie de la letra su tratamiento médico, porque no siempre alcanza los productos que “entran a la farmacia”.

La lista de personas que necesitan de ellos y no pueden consumirlos es larga. Y no hay nada peor que tener un problema de salud o un dolor y no tener qué tomar para aliviarse o para evitar caer en una crisis que puede tener un final fatídico.

La situación no es novedosa. La escasez en todas las farmacias cubanas nos golpea hace mucho tiempo, y la crisis vino a empeorar esta y otras situaciones. Es triste ver a personas tan mayores durante tantas horas haciendo una fila, para comprar sus comprimidos y quizás no alcanzar.

¿Acaso no hay un censo con todos aquellos enfermos que tienen padecimientos crónicos?  Si somos una nación que exporta medicamentos, ¿cómo es posible que no haya suficientes para todo aquel que lo necesita aquí dentro?

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