Salud en Cuba: ¿Gratuita?

Rosa Martinez

Los médicos cubanos que prestan servicios en otros países son un orgullo. Foto: Caridad

HAVANA TIMES, 29 abril — Me prometí a mí misma  no volver a escribir sobre este tema durante mucho tiempo, tenía sobradas razones para cumplir con esa promesa.

La razón más importante es que  varios  niños de mi familia han necesitado atención médica, y en todos los casos ha sido excelente.  Hace solo unos días mi sobrinita estuvo ingresada,  muy grave, en el hospital pediátrico de la provincia.

Una neumonía repentina la mantuvo en cuidados intensivos durante una semana, pero el personal médico, que no salió de su cabecera, logró traerla de vuelta a la vida, por esto estaré siempre agradecida.

La segunda razón es la labor que realizan nuestros internacionalistas de la salud en diferentes países del mundo.  En Haití nuestros galenos salvaron y continúan salvando  miles de vidas, durante jornadas interminables, a veces a la intemperie, y enfrentando siempre los riesgos de posible infestación de alguna enfermedad.  El prestigio de la medicina cubana se alzó aun más en esta pobre nación.

Otra razón que tenía para no criticar nuestro sistema sanitario es que ya escribí dos trabajos relacionado con este tema y no quiero parecer quejosa.  No tengo nada en contra de nuestros médicos, ni nada que se le parezca.

Un derecho para defender

Al contrario, creo que es el prestigio de nuestra medicina, sus logros durante medio siglo y la excelencia a la que nos acostumbramos, los que me obligan a defender lo que nos toca por derecho, un privilegio de los que vivimos en la Isla.

Y la última razón, paradójicamente, fue la misma que me hizo regresar nuevamente a este sector, es precisamente la gratuidad de este servicio.

¿Hasta qué punto es gratuita la salud en Cuba? Esta es, quizás, una interrogante que se han hecho algunos cubanos, quizás no.

Aunque muchos dicen que los insuficientes salarios y las pésimas condiciones de vida de la población pagan de antemano la salud de todo el pueblo, hasta los más fervientes opositores reconocen que es un gran logro de la Revolución cubana.

Pero hay una verdad más allá de retractores o seguidores y es que todo cubano que  se enferme de la garganta, se contagie con dengue, varicela, hepatitis o cualquier enfermedad, puede asistir a una unidad de primeros auxilios en cualquier punto de nuestra geografía, desde la punta de Maisí hasta el cabo de San Antonio.  El enfermo solo necesitará pagar por el carro, camión, guagua o coche que use para trasladarse hasta esta unidad de atención, y después pagará por los medicamentos,  siempre y cuando no sea hospitalizado, pues en este caso también serán gratuitos.

Médico cubano en Venezuela. Foto: Caridad

Lo mismo sucederá en caso de una pelvis perinotinis, por apendicitis, una úlcera perforada, o un  embarazo ectópico, entre otros, solo que en estos eventos los pacientes requieren intervenciones quirúrgicas, que costarían miles de dólares en muchos países,  pero aquí son gratis también, igual que un análisis de sangre o de orina, una tomografía, una radiografía o cualquier examen que necesite un paciente, sea joven o viejo, negro o blanco, dirigente o disidente, todos por igual recibirán un servicio de salud adecuado, no solo porque el médico que lo atenderá recibió una formación profesional de excelencia, sino porque la tecnología usada serán también de última generación, casi igual que en un país desarrollado.

Ejemplos que contradicen

La tristeza nos aborda cuando conociendo todas las bondades de nuestro servicio médico, escuchamos la historia de un enfermo que parece vivir fuera de Cuba, que parece estar en otro país donde mueren miles de personas diariamente por falta de recursos, por falta de dinero para pagar una atención medica decorosa.

Creo que bastaría la historia de Ronaldo para ilustrar este comentario.

Ronaldo es economista desde hace 20 años, y desde hace 6 meses comenzó a sufrir terribles cólicos que no lo dejaban trabajar.  Después de que se le realizaran los exámenes correspondientes el urólogo le diagnosticó varios cálculos en el riñón izquierdo.  Y le explicó que en su caso la operación era muy riesgosa.

“Creemos que es mejor agotar todas las posibilidades antes de llegar a la cirugía.  Lo ideal es que traten de realizarle una láser litotricia en La Habana o donde la estén realizando.” dijo el médico a los familiares.

Hacia la capital fueron Ronaldo y su hermana mayor.  Llegar al hospital Hermanos Ameijeiras fue fácil, lo difícil fue encontrar quien ayudara a conseguir el turno para la determinante prueba.

Una enfermera, amiga de la familia le dijo: yo puedo conseguirle el turno, pero de nada serviría porque el equipo está roto.

Quisiera poder ayudarlos-dijo un médico que los atendió con mucho cariño.

El equipo sigue roto, y cuando se arregle primero saldrán los casos viejos.  Va a demorar el caso de ustedes- dijo otro médico.

Un día a Ronaldo lo atacaron los terribles cólicos y tuvo que ir al cuerpo de guardia más cercano de la casa donde se encontraba.  Allí lo atendió un especialista que le indicó un suero para aliviar el dolor y le dijo por las claras, ¿usted sabe que tiene que pagar para hacerse la litotricia, verdad?

Sí, claro que lo se- respondió el enfermo, que al día siguiente regresó a su provincia donde todavía espera porque ocurra un milagro antes de que le quiten el riñón.

Articulos recientes:

  • Foto del dia
  • Mundo
  • Noticias

Las bolsas del CLAP, Lara, Venezuela – Foto del día

Rogelio Mendoza de Venezuela tomó nuestra foto del día: "Las bolsas del CLAP" en Lara,…

  • Mundo
  • Reportajes

Las víctimas de esclavitud en Ecuador merecen reparación

Cientos de familias trabajadoras soportaron condiciones de salarios mínimos, explotación, falta de acceso a servicios…

  • Cuba
  • Opinión
  • Segmentos

El Estado cubano no tiene nombre de mujer

Creo con seguridad que en este tiempo el Estado cubano se ha quitado finalmente la…

Con el motivo de mejorar el uso y la navegación, Havana Times utiliza cookies.