Rastafarismo en Cuba

Regina Cano

El grupo reggae Remanente.

Para muchos en Cuba “El Rastafari” es quien está conecta’o* con el Reggae.  Lleva colores rojos, amarillos y verdes en su indumentaria, usa dreadlocks y es un consumidor de Marihuana.

Mi primera mirada hacia los Rastafaris fue por esa extensión semidura del cuerpo, tan cercana a lo natural, que crece desde sus cabezas. A esto le siguió su música que mueve mis raíces de negra acostumbrada al ritmo percutivo.

Con el paso de los años he conocido que son más que eso.  Que los acompaña una fuerte creencia en un Dios, Jah (Jahveh), en Marcus Garvey como profeta, y en el Mesías negro y rico (el Salvador), camino hacia la Tierra Prometida (África): Haile Selassie, Emperador Etíope, fallecido en 1975.

Que surgió en Jamaica entre los más pobres y defendía la Supremacía Negra.

Que los dreadlocks simbolizan al León de Judah.

Fumar Ganjah, Cannabis o Marihuana es una vía de estar más cerca de su Dios, un sacramento, pero no es obligatorio fumar para lograrlo.

Que la música que los identifica surgió en Jamaica producto de fusiones y que primero se tocó el “Ska” y después apareció el Reggae, siendo Bob Marley su más famoso cantautor, convirtiendo en letras de canciones su ideología, predicas y plegarias. Música que les da libertad y esperanzas.

El “Babylon” es un enemigo, que impide al Rasta llevar adelante el empeño de estar en su camino.

En los años 90s hubo una avalancha de Rastafaris en la Ciudad de La Habana, la gran mayoría motivados por las preferencias de los turistas.

Se convirtió en moda.  Muchos de ellos con dreadlocks acomodados, lindos y ordenados, acompañados de ropa “jineteriles” con símbolos Rastas.  Entre ellos un por ciento venido del oriente del país amantes de la música Reggae, pero sin semillas.  Han sido llamados por algunos Falsos Rastafaris o cazadores de turistas.

Cierto es que hay sus medias tintas. Entre ellos existen quienes se iniciaron en el camino por  lo más superficial y se han convertido en estudiosos y fervientes seguidores del Movimiento.

“Los Verdaderos” o Puros Rastas que he conocido, tienen una manera muy personal de llevarlo y dicen ser Reyes en su propio reino.  Llevan los dreadlocks que los años les han dado, crecidos como raíces sagradas de árboles y motivo de veneración.

Usan Tang* o turbantes y en ocasiones túnicas tradicionales como trajes de galas.

Su dieta es natural y no para todos vegetariana.

Entre ellos hay músicos de Reggae, otros se dedican a la artesanía, pocos graduados universitarios, la mayoría se desempeña en diversas profesiones y oficios, una buena parte estudiosos de su ideología y amantes de la paz, la justeza y defensores del orgullo cultural y racial, muchos auténticos guerreros con sus melenas llenas de fuerza.

*Conecta´o: Conectados

*Tang: Son como gorras, pero más grandes. Donde guardan su pelo.

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