El que no va a Mendoza, no goza

Por Pedro Pablo Morejón

HAVANA TIMES – Así me dijo en tono jocoso una muchacha de ese pueblo hace unos años. Teníamos una relación que no fructificó en algo serio. Era demasiado jovencita para mi. Lo cierto es que revivió en mi memoria ese dicho tan popular en la zona.

Mendoza es el nombre antiguo del poblado conocido como Isabel Rubio, pertenece al occidental municipio de Guane y se encuentra a 58 km al oeste de la ciudad de Pinar del Río.

Se llamó así desde un inicio debido a la construcción de la terminal de trenes de Guane por la compañía Mendoza. Posteriormente se le puso Isabel Rubio, en honor a La Capitana del Ejercito Libertador, nacida en esa región en 1837 y muerta en 1898.

Tiene alrededor de 8.400 habitantes y es un pueblo pobre, de campo. Como es obvio, su economía se basa en la agricultura, fundamentalmente el tabaco. Es de esos pueblos donde “no hay vida” al decir del cubano. Mucha pobreza. Sin embargo, lo mejor del lugar es su gente. La mayoría humildes, sin malicia. De esos que comparten lo que tienen sin escatimar nada. En resumen, buenas personas.

Lógicamente, también hay delincuentes y sujetos sin alma como en cualquier sitio del mundo. Pero la mayoría son sanos como es propio de los pueblos de campo. He visitado el lugar en varias ocasiones y he podido constatar la diferencia, son nobles, en comparación a los de la ciudad de Pinar, e incluso, Consolación del Sur.

Los pobladores de Guane, Isabel Rubio, Punta La Sierra, Las Martinas, Mantua…o sea, la de todos los que habitan los sitios más occidentales de Pinar del Río, se encuentran entre la gente más bondadosa de la provincia. Porque eso de que los pinareños somos nobles, son simples estereotipos. Si lo duda, venga a Pinar, y conocerá individuos truculentos, maliciosos y calculadores por montones.

Mendoza, o Isabel Rubio, como guste llamarle, tiene lo mismo de todos los pueblecitos de Cuba. Bodegas donde a través de la llamada libreta de abastecimiento se accede a algunos productos de primera necesidad (no a todos) y que dan para 10 días; tiendas de venta en pesos convertibles CUC bastante desabastecidas, supongo que todavía más en estos tiempos.

Los pueblos tienen normalmente escuelas primarias, una secundaria básica; consultorios llamados del médico de la familia que cómo sabemos están ahí casi por gusto. Tendrán una carnicería desabastecida; agromercado en condiciones parecidas a las carnicerías, cafetería estatal por el mismo estilo. También una farmacia donde escasean los medicamentos; taller para la reparación de equipos electrodomésticos similar a las farmacias con respecto a piezas… para que seguir, típico pueblo provinciano de Cuba.

Ahora bien, el popular dicho que da título al post, se remonta a los años 40, cuando en el contexto de la segunda Guerra Mundial se construyó una base aérea del ejército estadounidense, a 9 km del poblado. La conocida Base Militar de San Julián. Allí pasé la odiosa previa del Servicio Militar.

Hoy está desactivada y existe un proyecto de construir campos de golf para el turismo extranjero. ¡Cómo cambian los tiempos!  El caso es que en los años 50 del pasado siglo floreció la prostitución en Mendoza. El bayú se puso de moda como negocio redituable. Los militares yanquis eran asiduos clientes. De ahí aquello de que “El que no va a Mendoza no goza” Obviamente, la chica no lo conocía.