Paula Henríquez
HAVANA TIMES – Leo, releo y vuelvo a leer todo lo que está ocurriendo con Estados Unidos y Cuba. Me parece cosa de historias mal contadas y chistes malos. ¿Qué estamos haciendo? Y digo estamos, porque al final, no se sabe quién hace qué. Unos culpan a los de aquí y otros a los de allá. Que si empezó este o aquel. Que si una investigación u otra… pero… ¿alguien ha pensado realmente en las miles de familias que quedarán incomunicadas, afectadas? ¿Tanto de aquí como de allá?
¿Qué pasará con los padres que esperan a sus hijos allá? ¿Qué ocurrirá con los hijos que esperan a sus padres? ¿Y los que se visitan frecuentemente?
¿Qué pasará con esas personas que tenían su entrevista para los próximos meses? ¿Tendrán que perder toda esperanza, aunque como dice el popular refrán, es lo último que se pierde?
¿Qué pasará con un país que cada día parece más abierto al mundo, pero que realmente está más cerrado? Los barrotes se estrechan cada vez más… y nosotros… cada día más aislados.
Sí, esta es una historia antigua y muy mal contada, no me importa quién tiene la culpa, lo que sí sé con toda certeza es que no la tenemos ninguno de los que estamos siendo afectados directamente, tanto de un lado como de otro.
¿Acaso nunca terminará?
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