Comienzan las clases y…

Paula Henríquez

HAVANA TIMES — Desde hace varios días ya escuchábamos en la radio, la televisión y leíamos en la prensa impresa y digital sobre el inicio del curso escolar. De hecho, todos los años se repite tal rutina.

El discurso siempre es el mismo, solo cambian las voces y los nombres de los autores. Que si el curso comenzará con las escuelas listas, que si los materiales están garantizados, que si los profesores esperan sonrientes en las aulas…

Y puede que en alguna que otra escuela sea cierto, pero sé que en muchas la realidad es otra muy distinta y distante. Supe por una amiga que su hija de 7 años, que recién comienza el segundo grado, no tiene educadora y que la auxiliar (se les dice así a las maestras que apoyan a la educadora principal en las aulas) sería quien impartiría las materias.

Si conoce Cuba y su sistema de educación debe saber que en la mayoría de los centros educacionales las auxiliares no tienen la mejor preparación para impartir los conocimientos necesarios… y en muchas ocasiones tampoco la mejor educación moral para hacerlo. Si no conoce Cuba… pues ya lo sabe. Eso sin mencionar que muchas veces las educadoras tampoco poseen las mejores maneras…

A veces me aterro de pensar que en tan solo dos años mi hija llegará a la educación primaria, donde ya no existen las canciones infantiles ni los juegos de niños, donde es más importante qué le regalas a las maestras en el día a día y, sobre todo, en las fechas señaladas, por lo que el maltrato por parte de estas hacia los infantes se hace evidente en miles de formas distintas…

Si bien es fundamental la educación que el niño lleve de su casa a la escuela, también es importante la que reciba en el centro, porque, al pasar la mayor parte del día allí, toda acción influye en ellos positiva y negativamente también. Algo lógico que ni siquiera habría que decir, si no pareciera que muy pocos lo entienden realmente.

Ya sabemos que el problema de la falta de maestros, educadores, auxiliares es un tema más que debatido. Ya sabemos que los salarios son insuficientes… más que insuficientes cuando se trata de esta labor. Pero no por eso se debe descuidar la formación de quienes serán el futuro, sin importar adónde los lleve la vida más adelante, porque lo que se aprende, lo que se inculca desde la cuna, bueno o malo, tiende a acompañarnos toda la vida.