Sigue vigente que ‘sin agricultura no hay país’

…pero está en crisis como todo aquí…

Por Osmel Ramírez Álvarez

HAVANA TIMES – “Hay que producir más y entregar más. Este es un momento decisivo para el país y no podemos claudicar. Tenemos problemas, pero está en nuestras manos la alimentación del pueblo. La Revolución cuenta con nuestro paso al frente. El enemigo no podrá vencernos y juntos haremos honor al nombre glorioso de nuestra cooperativa”.

Fueron las palabras de Enelvis Rodríguez Rodríguez, presidenta de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) en la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Desembarco del Granma, dichas con gran efusión. Ahora visita casa por casa a los asociados o los interpela en plena calle, ante la imposibilidad de dar la reunión por causa de las medidas de cuarentena.

Y los campesinos, que normalmente son más sinceros que el resto de la población, porque su dependencia del Estado es menos umbilical que en el resto de la clase trabajadora, esta vez enmudecieron casi todos. En tiempos de COVID19 es más peligroso decir lo que uno piensa. Hay más miedo que de costumbre.

Sin embargo, un productor de tomates se atrevió a hablar: “Si la cooperativa no podía cumplir con los planes productivos cuando había un poco de insumos, qué diremos ahora que no hay nada. Vamos a ser realistas. Ni frijoles pudimos sembrar este año por falta de ‘productos’ (insecticidas, bioestimulantes, abonos y semilla certificada). Nos confiamos en que venía el ‘paquete tecnológico’ prometido y planificado, y nos embarcamos”.

“Hay que ser realistas, la sequía es terrible, quieren que sembremos ciclo corto, pero llevamos más de diez años rodeados de agua, presa, canales, tuberías magistrales, y dicen que no hay presupuesto para conectarnos. Así no se puede producir, todo cuesta más y el precio de ACOPIO no da la cuenta. Esa es la realidad, lo demás es muela”.

Por su parte, Gregorio, un productor de tabaco, se animó y dijo: “Este año recogieron el compromiso de sembrar un poco más fuera del plan, que todo estaba garantizado y por eso incrementé mi siembra en el final de la campaña. Como dicen, hay que incrementar los rubros exportables” -comenta.

“Por eso sembré media hectárea por encima, (18 mil plantas), y aunque existen los insumos en asignación en los almacenes, porque esto está priorizado, no he podido atenderlos bien. Tengo cerca de seis mil pesos invertidos en esa siembra, a punto de perderse, pues no ha llegado aún el fertilizante”.

“Lo peor es que está en los almacenes y ha sido asignado, pero cuando no es porque no hay combustible es por falta de vehículo. La verdad es que lo que no hay es eficiencia, ni sentido de pertenencia. Todo es un burocratismo terrible y así no se puede. Ese es el peor bloqueo que existe aquí”. Aseguró.

La ausencia en el mercado de la carne más popular en Cuba, la de cerdo, es patente en Mayarí. No hay un solo punto de venta particular ni estatal que la haya vendido en las últimas seis semanas. Una crisis que viene fomentándose desde hace dos años y que ya ha topado su punto álgido en su total desaparición.

Furtivamente hay gente que mata su cerdito y lo vende al exorbitante precio de 40 a 50 pesos la libra al corte, el doble de hace un año, pero no pueden divulgarlo por dos razones: se le formaría una cola frente a la casa igual que en las shopping cuando sacan el poquito de pollo, así que se vende rápido entre conocidos con gran discreción; y la otra es que la policía los multaría si los sorprende y le incauta la carne del animalito criado con tantos gastos y sacrificio.

Carlos, por ejemplo, es un productor local que tiene excelentes instalaciones para la cría y ceba, pero según dice, “no es negocio criar puercos (ahora). Con el convenio no está llegando casi nada de comida (piensos); la yuca para puercos se está desapareciendo y la producción de maíz nacional en el territorio no solo es insuficiente, sino que también se ha visto muy afectada por la sequía intensa”.

“Ahora me vi obligado a incursionar en el cultivo del tabaco. He tenido que empezar de cero, aprender poco a poco el oficio de ‘veguero’ y buscarme la vida así, entre plantas. Pero a mí lo que me gusta es la crianza de puercos, lástima que se haya jodido este negocio”.

Por otro lado, del mismo asunto, El chino, un cuentapropista que vendía carne de cerdo y hoy solo expende vegetales, cree que “la culpa de que la carne de puerco (cerdo) se haya desaparecido del mapa la tiene el Gobierno con los precios topados”.

Asegura que “hay que llevarse por lo que pasa en la calle. Si hubiera bastante puercos el precio baja inmediatamente, y si hay pocos, que entonces suba y ello estimularía a producir más. Y aunque fuera caro un tiempo, hubiese carne en la calle, lo cual ahorra no ocurre”.