Se agudiza la crisis de desabastecimiento en Cuba

 …y su impacto en la población

Osmel Ramírez Álvarez

With my daughters

HAVANA TIMES – Mi padre está enfermo de una virosis gripal muy fuerte. Todos en casa tenemos ese “catarro malo” y también mucha gente en Mayarí, porque “anda el virus”, como se dice.

Pero el que peor está ahora es “el viejo”, que se complica con su padecimiento crónico de la cervical y los nervios. Fui a todas las farmacias en busca de medicamentos paliativos y ni una sola receta pude comprar. Todos están en falta.

La crisis de los medicamentos ya dura más de dos años. Doce meses atrás, directivos de BiofarmaCuba aseguraron que se restablecería poco a poco el abastecimiento y dieron hasta un cronograma durante el 2018. Por ejemplo, de enero a mayo se restablecería la dipirona, el analgésico más usado en Cuba. Pero ya termina enero del 2019 y nada de solución, más bien ha empeorado. Hay que volver a los curanderos con oraciones místicas y medicina verde.

El Mercado Ideal de Mayarí está lejos, ahora más que nunca, de hacer honores a su nombre. Antes parecía una burla, un sarcasmo por los precios altísimos, que no tienen nada que ver con los salarios de los trabajadores. Por ejemplo, se necesita, con un salario mínimo, trabajar dos días con jornadas de 8 horas, para comprar una libra de pollo.

Pero aquello ya no es el problema principal, ahora no hay nada prácticamente en venta, solo arroz y puré (300 ml por 33 pesos, más de tres jornadas laborales de un salario mínimo). No hay carnes, ni chícharo, ni perro caliente, ni chocolate, ni galleta, ni pan liberado, casi nada.

Las tiendas de divisa, antes más o menos abastecidas, ahora parecen peladeros. No hay aceite, ni desodorantes, ni perfume a precios regulares, ni refresco en polvo, ni pollo, ni helado, ni confituras, ni otros muchos productos de primera necesidad, con gran demanda. Para no gastar electricidad por gusto, abren las puertas para responder a las preguntas de los clientes que ni entran, – ¿llegó algo?

En los puntos de venta agropecuarios nadie tiene carne de puerco en oferta, un producto que jamás había faltado. En las cafeterías no venden bocadillos de ningún tipo, por falta de pan, que no se hace por escasez de harina, otro producto deficitario desde hace más de tres meses. Por ello tampoco prácticamente no hay dulces en las dulcerías, ni pizzas en las pizzerías. Y la pizza es la comida rápida más consumida en el país.

En mi caso, ni mi esposa ni yo podemos desayunar: ¡dieta forzada! Tenemos dos niños en casa, una de tres y otro de diez. El mayor debe llevar merienda a la escuela y desayunar antes de ir. Pero solo le corresponde un pancillo de 70 gramos por la libreta y no venden liberado. Ni en 100 pesos aparece por aquí un pan, es más fácil encontrar oro.

Y desde los siete años le suspendieron la leche, pero bueno, le compramos un litro extra en la calle, de esos que los campesinos esquivan de entregar al estado. Y mi vaso, el que me toca, se lo doy a mi madre. Y tengo suerte de tener ese contrato estable de un litro de leche, porque la gente anda loca y no encuentra.

Esta crisis aguda cae por encima de una crisis permanente y endémica del sistema cubano, de escasez y desabastecimientos esporádicos. Que ahora son más prolongados. Sumando esta situación al nuevo impuesto sobre los ingresos personales a los campesinos con declaración jurada incluida, al impacto negativo de la sequía en la producción agrícola, a la reducción de importaciones por falta de capital tras la pérdida de los recursos de Más Médicos en Brasil.  

El endurecimiento del tratamiento a los cuentapropistas con nuevas normativas y a la promoción de una nueva Constitución que no trata de “cambiar todo lo que deba ser cambiado”, sino de preservar todo lo que no ha funcionado, el escenario luce dantesco.

Por eso nuestro pueblo, que es uno de los más alfabetizados e instruidos del mundo, (gracias al propio sistema que les niega espacio para prosperar y tener las libertades fundamentales), saca su cuenta y se percata de que esto no tuvo pasado, no tiene presente y tampoco puede tener un futuro atractivo. Y la respuesta es “emigrar”. Da la impresión de que el país se quedará vacío de tanta gente marchándose y preparando el viaje migratorio. Al menos se está fugando el sector potencialmente más productivo del país, la juventud.

A nadie le interesa ni se entusiasma un solo ápice con los planes de ¿desarrollo? del Gobierno: los lineamientos, el Mariel, la agricultura, el turismo o la inversión extranjera. Aquella tesis de Raúl de que en 2030 el país estaría en buenas condiciones económicas, cada año que pasa se vuelve una utopía más irrealizable.

Mayarí, por ejemplo, por una década ha sido un municipio priorizado con inmensos recursos materiales y financieros para convertirlo en una potencia agrícola, pero sucede todo lo contrario, cada vez hay menos producción y precios más altos.

Simplemente este sistema no funciona. Ojalá podamos construir más pronto que tarde una Cuba mejor, próspera, inclusiva y democrática. Mientras tanto crecen exponencialmente las penurias y vicisitudes de nuestro pueblo, porque por increíble que parezca, esto se puede poner todavía más malo.

Articulos recientes:

  • Cuba
  • Reportajes
  • Segmentos

15 años de prisión a la joven que transmitió las protestas

Se intenta suicidar en prisión Fray Pascual Claro Valladares al conocer su sentencia, de 10…

  • Cuba
  • Opinión
  • Segmentos

“Distorsiones” de moda en Cuba

Nada nuevo, pero resulta que la palabra se ha puesto de moda, y esta semana…

  • Cuba
  • Reportajes
  • Segmentos

San Antonio de los Baños, donde el humor dio paso al dolor

Sin electricidad y sin acceso a la red de redes, así pasan los habitantes de…

Con el motivo de mejorar el uso y la navegación, Havana Times utiliza cookies.