El sueño de la computadora

Osmel Almaguer

Las technologias de punta son un sueño para la gran mayoria de cubanos. Foto: Caridad

Cuando escuché por primera vez la palabra “computadora,” era solo un niño de seis años.  Por supuesto que no supe de qué se trataba.  Así que le pregunté a mi madre y me dijo que ella no sabía bien, pero que había escuchado decir que era un aparato “que responde a lo que uno le pregunte.”

Tiempo después echaron unos animados por la TV en los que una ranita operaba una gran computadora por medio de su voz.  Eran los años ochenta y el mundo aún no había conocido la revolución digital que sobrevendría una década después.

Así que crecí y entré en la secundaria. Allí fue cuando por primera vez vi una micro-computadora.  Era una 186 de las que funcionaba con sistema MS-DOS. Aquello de aprender computación era demasiado aburrido, en comparación con lo que me había dicho mi madre.

No aprendí demasiado, lo único que supe es que las computadoras no son oráculos a los que uno les pregunta cualquier cosa y ellas te responden, sino medios para almacenar y procesar información de cualquier tipo.

Luego llegaron los p1, p2, p3 y p4.  Llegó el Windows, y el panorama de la computación se renovó por completo.  Ahora sí era interesante la computación.  Ya en Cuba algunas empresas la tenían, así como algunos músicos y otros personajes poderosos. Yo, ni soñar con una computadora.

Siguieron pasando los años y tuve una novia que un buen día se compró una. Para la época estaba buenísima.  En ella aprendí casi todo lo que sé y descubrí mi vocación para las computadoras.

No para estudiarla ni convertirme en profesional, pero sí como aficionado.  Me sentía muy bien, pero un día nos separamos y ella se llevó la computadora dejando un doble vacío en mí, el amoroso y el tecnológico.

Fue entonces cuando me propuse comprarme una, aunque solo fuera un sueño, pues con los precios que tienen…  En las tiendas la más barata vale como 600 CUC.  Mejor hubiera sido pensar en una más barata, de las que la gente que va a comparar una mejor vende a menor precio.

Para ello necesito como 200 CUC. Suma que nunca he tenido en mis manos de un solo golpe.

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