En pos de la banalización

Nonardo Perea

HAVANA TIMES — El mundo está patas arriba. No sé si estoy en un error, supongo que algunos de los que lean este post estarán de acuerdo conmigo y millones de personas en total desacuerdo.

Lo cierto es que cada vez más noto que las cosas no marchan con normalidad, y no es solo por las guerras horribles e innecesarias, por las pérdidas, tanto humanas como patrimoniales, sin contar la cantidad de niños y personas que mueren de hambre y sin atención médica, pudiéndose evitar.

Muchas veces o casi siempre los medios televisivos internacionales están repletos de noticias que alternan las miserias humanas y la violencia con cosas triviales a las que se les da más relevancia, por ejemplo: al culo de Kin Kardashian o a cualquiera de sus hermanitas, que de talento lo único que poseen es piel y grasa, porque masa cerebral solo tienen para hacer dinero.

Ahora no se queda rezagado Bruce Jenner, ex padrastro de Kin, que luego de aparentar ser todo un hombrón, de repente le ha dado por convertirse en mujer. Alrededor de este acontecimiento se ha creado todo un reality show en el que la señora, por ceder entrevistas y unas cuantas sesiones de fotos con muchos filtros de por medio, se gana unos cuantos millones de dólares.

Que conste que no estoy en contra de su cambio de sexo, apoyo a todas las travestis y transgéneros que existen en el mundo, pero me resulta extraña su demora para darse cuenta de que lo que quería era ser mujer, y luego toda esa parafernalia alrededor suyo, hasta se ha comenzado a filmar un documental. Por favor, uno se da cuenta de que todo ese movimiento no es por otra cosa que por los milloncitos que caerán en manos de toda la prole de las Kardashian.

Hay que tener en cuenta, que antes de Caitlyn ya muchos otros hombres y mujeres se habían sometido a un cambio de sexo y no recuerdo tanto alboroto. Por solo citar uno, está el caso de la hija de la cantante Cher, que hace un tiempo pasó de mujer a ser un chico.

Pero no solo este tipo de noticias me parece de las más intrascendentes, también en este planeta globalizado, existe un sinnúmero de personas que sueña con parecerse a las muñecas Barbies y por hacerse famosos se someten a múltiples cirugías estéticas y en el intento pierden la vida.

También encontramos policías sexys que en un abrir y cerrar de ojos consiguen la ansiada fama solo por tener un bonito cuerpo; por esa sencilla razón los invitan a programas televisivos a hablar tonterías de su físico.

Están los que para tener mejores nalgas se inyectan lo primero que encuentran, como mantequilla o petróleo; de igual manera existe un método para ponerse los labios a lo Klhoe Kardashian, que consiste en introducir la boca en el pico de una botella y succionar hacia dentro para que los labios se pongan tan robustos y jugosos que podrían reventar a consecuencia de la sangre retenida.

Y como estas noticias ridículas, existen miles y miles, todas tan banales que nos hacen preguntarnos a dónde iremos a parar. También pienso en todo ese dinerito que recaudará Caitlyn en sus entrevistas: seguramente a partir de ahora esta chica de solo 66 años, comenzará a vestir la ropa más cara del mundo y a muchos de sus tantos seguidores en Instagram, Twitter y Facebook, les parecerá maravilloso.