Venta ilegal de medicamentos en Cuba

Miguel Arias Sanchez

HAVANA TIMES – Es un asunto sensible el de la venta de medicina en bolsa negra o por la izquierda, como quiera llamársele. Todos sabemos la situación difícil que hay en el país con relación a los medicamentos, su fabricación o importación. Eso impacta directamente en la población que los consume, a veces incluso faltan los que se entregan bajo regulación a través del llamado “tarjetón”.

Algunos faltan, porque la materia prima que se trae del exterior se demora en llegar al país, o porque se dificulta la adquisición del producto a causa del bloqueo/embargo. Viéndolo desde ese ángulo es comprensible que escaseen, pues el bloqueo, aunque es utilizado incansablemente por el Gobierno para justificar sus errores, es una realidad que limita muchas transacciones.

Lo que no es comprensible y sí muy repudiable es que muchos de esos productos que no se encuentran en las farmacias, los debamos adquirir en la calle pagándolos a altos precios, vendidos por personas que nada tienen que ver con los lugares oficiales autorizados para su venta.

¿Por qué está pasando eso? En varias ocasiones, a través de los años, se ha anunciado que se tomarán medidas al respecto, pero sigue sucediendo. Incluso la policía ha estado involucrada en la cruzada contra la venta ilegal, para después llevar a los tribunales a quienes se dedican a esa actividad ilícita e inhumana.

Es realmente bochornoso que en un país que se jacta de ser potencia médica, que envía doctores y especialistas a cualquier rincón del mundo y que es realmente cierto que presta atención médica a todos los ciudadanos que llegan a un policlínico o a un hospital, exista una banda de delincuentes bien organizada en el sector de la Salud.

Esa banda no solo está formada por los que dan la cara, sino que tiene la complicidad de personas relacionadas con farmacias o almacenes de medicamentos (por suerte no todos se prestan para esto), gente que tiene que sobrevivir, claro, su salario no les alcanza, pero el tema de las medicinas no debiera utilizarse para lucrar.

Cerca de las farmacias se les ve anunciando “secretamente” sus productos a altos precios, y la gente necesitada no tiene otra opción que acudir a ellos. Creo que si hay una ilegalidad que debe perseguirse es esa, no se trata de caramelos o golosinas, ni de un artículo de lujo, sino de la salud humana, y como bien sabemos, con eso no se juega. Esa actividad es inmoral, y avergüenza al país, pues afecta la salud y la vida de los seres humanos que en él vivimos.