Estatal o privado

Lisduania Victorero Reinoso

HAVANA TIMES — Hace poco fui al heladería Coppelia de 23, en el vedado. Después de hacer la fila por alrededor de una hora esto es lo que me encuentro:

Uno: los sabores puestos en la pizarra del menú no coinciden con los que están ofertando.

Dos: el mal servicio al que nos enfrentamos en cualquier establecimiento donde se paga con moneda nacional y el que recibimos por no ser turista.

Tres: me quedé con la duda de si el Coppelia es estatal o privado. Les cuento …

Allí dentro está dividido por salones. Cada uno con X cantidad de mesas divididas para X cantidad de camareros y una sola barra con varios dependientes para despachar los pedidos. Hasta ahí todo normal.

“Se acabó el rizado de chocolate” me dijo el camarero.  Un poco desencantada cambio el pedido, pero cuando miro la otra mesa veo que le ponen el sabor supuestamente agotado.

Le reclamo al camarero por su mentira y me dice que tiene que comprárselo al que atiende esa mesa.

Me pregunto: si es una barra para todo el salón ¿por qué la división de sabores entre los dependientes? O ¿es que internamente el más adinerado compra los más sabrosos para venderlos y tener más ganancias a nivel personal? Entonces me asaltó la pregunta ¿el Coppelia es estatal o privado?

Y todo esto para comer bolas de helado a la mitad, porque no las despachan completas.

Si fuera privado nada de esto ocurriría y seguramente no saldrían tantas personas disgustadas  como las que vi en ese momento.

Otra cosa igual de asombrosa, el “sirope” (en realidad parece almíbar de azúcar) que es algo que se va a ingerir, está envasado en recipientes plásticos de champoo.

Yo no soy química y no conozco mucho sobre el tema, pero siempre he escuchado que en el plástico quedan residuos químicos que pueden ser perjudiciales para la salud. Además que éticamente se ve de mal gusto.

Pero lo peor de todo es que seguimos yendo como si todo esto fuera la cosa más normal del mundo, sin llegar más allá de las protestas que se les hacen a los dependientes, cuando deberíamos hacerla a niveles superiores.