La vergüenza de la prensa cubana

Jimmy Roque Martínez

HAVANA TIMES – El pasado mes de julio circuló por la red y a través de memorias flash en la Isla la conflictiva intervención de la subdirectora del periódico Granma durante el pasado Pleno Nacional de los periodistas cubanos.

Como sabemos, el holguinero José Ramírez Pantoja publicó el contenido íntegro de esta intervenciónen su blog personal, pero ese acto de honestidad periodística y humana fue “premiado” con la separación definitiva del periodista de la prensa cubana oficial.

Cada día me convenzo más de que la esquizofrenia y estupidez del sistema cubano es infinita.

El vicepresidente cubano Miguel Diaz Canel defendió hace pocos años el papel del periodismo cubano y su deber para con la verdad.

No obstante, además de la tradicional censura a la prensa de derecha, desde hace varios meses comenzaron el cierre de varios blogs de la plataforma Cubava, tales como el del Observatorio Crítico, del Proyecto Arcoiris, Bubusopía, entre otros.

Luego vino la amenaza a jóvenes periodistas oficiales que colaboraban con medios de prensa independientes.

Ahora se aparecen con el despido de un profesional por informar a sus lectores, por publicar el criterio con el que la inmensa mayoría de los periodistas de todos los medios en Cuba coinciden.

Además, el periodista Fernando Ravsberg con su sitio Cartas desde Cuba, está siendo presionado por la oficialidad.

Sabemos que Internet en la Isla es caro, pero las personas acceden a él y buscan noticias. También el “paquete semanal”, con su propia autocensura para sobrevivir, trae alguna que otra noticia política interesante o humor crítico.

Un intento de nuevo paquete, el “paquetito”, de tema exclusivamente político, incluye textos y videos, sobre todo, producidos porla oposicion de derecha cubana.

Las noticias de muchos blogs llegan a los usuarios en Cuba por correo electrónico.

En muchos barrios habaneros se consumen, de manera ilegal, los canales de la televisión de Miami.

Es por eso que no tiene sentido seguir con la absurda censura. No es posible ocultar la verdad por mucho tiempo más. Es hora de que el gobierno asuma que está perdiendo el poder de la información sobre muchos cubanos y cubanas.

La prensa oficial está desacreditada ante el pueblo, muy pocos le creen. Los periódicos impresos son comprados solo para sustituir el papel higiénico en el hogar, debido al alto precio de este último.

La población cubana envejece y los jóvenes emigran, así que si a aquellos con talento y deseos de trabajar que se quedan, se les censura y apalasta (sera esa palabra o aplasta) su dignidad, no les quedarán muchas opciones.

Muchos se marcharán del país, otros pasarán a la oposición, varios cederán ante sus censores para continuar escribiendo en medios alternativos usando seudónimos, mientras que unos pocos se volverán mediocres censuradores.

En cualquier caso, el poder no recobrará su antaño estatus de “informador único”.

Es una vergüenza la situación actual, pero no creo posible que la banalidad, la tontería, las celebraciones de cumpleaños sin interés público, el ocultamiento de la verdad, y la manipulación de la prensa cubana oficial dure por mucho más tiempo.

Es insostenible por una cuestión de respeto, pero, sobre todo, porque los medios alternativos cada vez son más y más accesibles.